Aunque aún es muy pronto para sacar conclusiones y hay que reconocer que
Schuster continúa probando y dando descanso a todos y cada uno de los
miembros de la plantilla, lo cierto es que sólo los cambios arreglaron a
un equipo, donde formaban por primera vez juntos Pepe y Metzelder, que
sucumbió estrepitosamente en la primera mitad.
Los blancos quisieron el balón desde el inicio, principal premisa para
esta temporada y única idea que de momento parece clara, pero los rusos,
inmersos en pleno campeonato doméstico, andan con una forma física muy
superior y una disposición táctica mucho más clara y probada que los
blancos. La diferencia, pues, entre los chicos de Byshovets y el inédito
once formado por Schuster estaba resultando demasiado grande.
Los delanteros del Lokomotiv llegaban con muchísima facilidad hasta el
área de Casillas, casi les bastaba un cambio de ritmo para superar a los
defensores. A los tres minutos ya habían marcado un buen gol por medio
de Ivanovic a la salida de un corner, y a los veinte sumaba el segundo
tras una inhabitual cantada de Casillas.
El Madrid seguía sin hacerle ascos al balón, pero lo movía sin sentido,
sin ninguna intención, y ni Granero ni Guti parecían capaces de trazar
pases o crear jugadas para Higuaín y Soldado, que apenas entraron en
juego. No generó ninguna ocasión clara el Madrid, tan sólo un disparo de
Bueno a las manos de Rhyznikov y un par de saques de esquina en los
últimos minutos de la primera mitad.
Los cambios, trascendentales
Tras el descanso salieron Ramos, Raúl, Saviola y Balboa y mejoraron en
general las cosas. El juego fluía, había más chispa. Guti recibió la
llegada de delanteros de refresco con un recorte y un disparo desde el
balcón del área que rebotó en un defensa ruso y acabó sumando en el
marcador. Casi sin solución de continuidad, llegó el segundo, un pase de
Guti a Higuaín que apenas sin ángulo logró desquitarse de los fallos
frente al Hanover.
Al rato, un clarísimo penalti a Saviola que él mismo convirtió, su
primer gol con el Real Madrid, volcó definitivamente el partido a favor
de los blancos. El gol del “conejo” dio tranquilidad al equipo (una
nueva derrota hubiera comenzado a preocupar) y con la defensa mejor
compuesta y más entonada desde la entrada de Ramos por Metzelder, y muy
activos en ataque, los blancos jugaron con mayor concentración, supieron
aguantar el ritmo y hasta lograrón dos goles más para cerrar el partido
por medio de Guti (dos goles y una asitencia) y Balboa. |