Cuando se dirige a Ronaldinho, Dunga le llama Ronaldo a secas. Nada de
diminutivos cariñosos. No le concede privilegios de jugador estrella y tampoco
le garantiza una plaza de titular en la selección brasileña. Carlos Caetano
Bledorn Verri, Dunga, de 43 años, es el responsable de la canarinha desde que
acabó el Mundial de 2006. Nunca dirigió a un gran equipo, pero fue designado
entrenador por su liderazgo y fama de luchador. La nueva comisión técnica jubiló
a un nutrido grupo de veteranos (Ronaldo, Roberto Carlos, Cafú...) y hace un
escarnio con Ronaldinho para enviar un recado de disciplina y trabajo a todo el
equipo. Dunga relegó a la suplencia al considerado mejor jugador del mundo en
los cuatro encuentros que disputó el año pasado. Hoy, Brasil se enfrenta en un
amistoso a Portugal, la selección del cotizado Cristiano Ronaldo, en el estadio
del Arsenal con las bajas de Ronaldinho y Robinho, ambos lesionados.
El delantero del Barcelona, que no se ha desplazado a Londres por las dolencias
en un tobillo que ya le impidieron alinearse el domingo en Pamplona contra
Osasuna, se ha cansado del ninguneo de Dunga y amenaza con solicitar un descanso
para las convocatorias de su combinado nacional. Dunga reconoce que "un jugador
como Ronaldinho no puede estar feliz en la suplencia" y que ha hablado con
Roberto de Assis, su hermano y representante. Pero no confirmó lo que el entorno
del jugador dice con la boca pequeña: "Ronaldinho necesita un tiempo para
descansar y recuperar la forma" sin jugar los amistosos con Brasil y la Copa
América en el próximo verano. Edmilson, compañero de Ronaldinho en el Barcelona
y la selección brasileña, apunta que es lógico que Ronaldinho merezca un
descanso porque "no está al ciento por ciento con tres años sin vacaciones": "Ronnie
no es el mismo del curso pasado. Tampoco el Barça. Es un joya que necesita ser
preservada. No ha hecho la pretemporada de la mejor manera. Si no está en la
selección no es porque se lleve mal con Dunga. Dunga le valora y volverá a la
selección cuando esté bien. Fracasamos en el Mundial, pero en esta selección hay
buen ambiente".
En seis meses Brasil ha jugado seis partidos, de los que ha ganado cinco y
empatado el otro, resultados que refrendaron las decisiones del nuevo
seleccionador. Hasta ahora, Ronaldinho sólo escuchaba, en silencio, las
recomendaciones de Dunga, quien aseguraba estar "cuidando" de él para que se "adapte"
a la selección. El técnico gaúcho, nacido en el estado de Rio Grande do Sur,
indica las consignas a seguir por su conterráneo: "No basta el talento. Hay que
ceder a favor del grupo. Lo demás es folclore".
La suplencia de Ronaldinho genera controversia entre los académicos del fútbol
brasileño. Dunga es resistente a alinear en un mismo equipo a Ronaldinho,
Robinho y Kaká. Prefiere quitar a uno de ellos para dar la titularidad a Elano,
un laborioso medio centro del Shakhtar Donetsk, ucranio. Tostão, campeón del
mundo en 1970 con Brasil, acusa a Dunga, de hacer "una exaltación a la
mediocridad" por preferir "los buenos jugadores a los cracks con el argumento de
que los futbolistas modestos corren más y son más aplicados tácticamente".
Scolari, ex seleccionador con el que Brasil conquistó el pentacampeonato en
2002, expuso: "Es normal que después de cuatro años siendo el mejor jugador del
mundo, Ronaldinho atraviese ahora un bache. Es comprensible". La solución, según
Scolari, es ayudarle. "Hay que echarle una mano en el campo. No juega solo. Un
equipo lo hacen todos y si Ronaldinho no está en su mejor momento lo que hay que
hacer es tenderle la mano".
Ocurre que Dunga, capitán de la selección brasileña campeona del mundo en 1994,
se ha ganado en los campos que su apodo sea sinónimo de jugador luchador y
comprometido con Brasil. Le llaman Dunga desde que empezó a jugar al fútbol
porque era muy parecido a uno de los siete enanitos del cuento de Blancanieves.
Dunga es el nombre, en la versión en portugués, de Tontín.
No le van mejor las cosas a Robinho. El delantero del Madrid se presentó ayer "por
obligación" en el hotel de concentración de la selección de Brasil y confirmó
que no jugará el partido amistoso contra Portugal. Robinho se retiró del partido
disputado el pasado domingo contra el Levante con un golpe en el cuádriceps
derecho. "Tengo fuertes dolores en la rodilla" aseguró; "incluso es difícil que
pueda jugar el próximo sábado contra la Real Sociedad en Anoeta". |