Para el Madrid caer eliminado se presenta
como un desastre de incalculables repercusiones, tantas, que nadie se lo
plantea siquiera, por miedo a los mareos. Bastantes sofocos se viven ya
para incluir tenebrosas ensoñaciones.
Para el Betis la eliminación da la impresión de ser un alivio,
especialmente para su entrenador. Luis Fernández sumará, a los suplentes
habituales, a dos canteranos, Isidoro (santo patrón de Sevilla, por
cierto y por si influye) y Juande (Dios). El primero no ha debutado
todavía con el primer equipo y el segundo jugó la pasada temporada un
partido de Champions. Si a eso le añadimos que durante la semana el
Betis ha prestado atención exclusiva al próximo partido de Liga contra
el Racing (rival directo por la salvación), se puede colegir que la Copa
no despierta demasiado interés. Me corrijo. El Betis sí pensó en la Copa
el martes y ensayó penaltis: el mejor fue Luis Fernández, que no juega,
lástima.
Nadie diría que los verdiblancos, que viajan hoy a Madrid y regresarán
esta misma noche (otro síntoma de flacidez), vienen al Bernabéu con un
empate a cero, un resultado que cualquier equipo, con achaques o sin
ellos, podría considerar defendible. De hecho, el Betis ha superado
cuatro de las once eliminatorias en las que empezó empatando sin goles
en su estadio, la última en 2005, cuando dejó en la cuneta al Athletic,
que cayó en la tanda de penaltis.
El Madrid, por su parte, se plantea el encuentro como otro desafío
purificador. Y desde ese punto de vista no hay concesiones que valgan.
Capello repite el equipo que venció al Zaragoza, con la única novedad de
Sergio Ramos, que regresa después de cumplir sanción. Su retorno podría
dar descanso a Helguera o Cannavaro. Les recuerdo que Raúl, Emerson y
Salgado son bajas por lesión, mientras Ronaldo, Beckham y Cassano lo son
por decisión técnica. Prueba de la cerrazón de Capello es que el pasado
domingo, antes que convocar a Beckham, prefirió que Emerson ocupara un
sitio en el banquillo pese a estar lesionado.
El Madrid ha superado doce eliminatorias de Copa después de empatar sin
goles fuera de casa y sólo cayó en dos ocasiones en esa circunstancia:
fue ante el Granada en 1944, tras perder 0-2 en la vuelta, y frente al
Valladolid en 2005, después de empatar a un gol en el Bernabéu.
Ya sea por el morbo o el simple interés deportivo, lo cierto es que se
espera una magnífica entrada en el Bernabéu. Seguro que en esa
expectación también influye la ilusión que despiertan las nuevas
incorporaciones, Gago e Higuaín.
El Betis no gana en el Bernabéu desde 1998, cuando venció gracias a un
gol de Finidi. Todo parece demasiado fácil para el Madrid. Así huelen
las tormentas. |