A base de casta… y de calidad. El
Real Madrid tuvo que desplegar todo su arsenal futbolístico para
doblegar a un Athletic que demostró más de lo que indica su
clasificación en la tabla y que, además, se vio beneficiado por un gol
en fuera de juego que le adelantaba en el marcador. En el segundo tiempo,
Fabio Capello arriesgó con Ronaldo y Beckham y la jugada salió redonda.
Los goles de Ronie y Roberto Carlos propiciaron una hermosa remontada.
El Madrid ya es segundo.
Decimotercera jornada de Liga. Real
Madrid-Athletic en el Bernabéu. Los blancos llegan a esta etapa con los
mismos puntos que, hace ahora diez años, sirvieron al primer Madrid de
Fabio Capello para ganar la Liga 1996/97. No juega Ronaldo, pese a lo
que se había especulado. El ‘9’ espera turno en el banquillo. Porque los
quebraderos de cabeza para Capello provienen de la defensa. Sin
Cannavaro -sancionado- ni Helguera -lesionado-, el técnico italiano
decide dar los galones en el centro de la zaga a Sergio Ramos -chico
para todo- y Mejía; en el resto del once, sin novedades, con Raúl
haciendo de Guti. Tampoco hay ‘revolución Mané’ en el Athletic, que
trata de hacer bueno un viejo axioma futbolístico. Ya sabe, ese de “a
entrenador nuevo…”.
Había empatado el Barcelona en Valencia, había caído el Sevilla ante el
Espanyol, así que para el Madrid el dilema era muy simple: ganar o ganar.
La victoria daba la segunda plaza y permitía a los blancos dormir a tan
sólo un punto de los azulgrana. Pero el Madrid salió tranquilo, sin
atropellarse; también había que ver cómo respiraba el rival, y en los
primeros minutos se pudo ver a un Athletic pulcro, a gusto con el balón
y con un hombre a vigilar: Fran Yeste, todo calidad.
ARSENAL BLANCO
Pasados los minutos de cortesía (diez), el Real Madrid comenzó a mostrar
su arsenal. Desató las hostilidades, con una carrera de 50 metros,
Robinho, pero no supo conectar con Van Nistelrooy. En el minuto 14, lo
intentó Raúl, pero su zurdazo (tras un control impecable) se marchó
fuera por poco. Uno después (15’), Robinho, genial, cedía un globo para
Míchel, pero el derechazo del lateral topó con Yeste. Y Sergio Ramos
cabeceó fuera el córner subsiguiente.
Fueron buenos minutos del Madrid, que, sin embargo, no mostró la letal
pegada de que hizo gala en Valencia. El Athletic se defendía con orden y
opuso un libre directo de Yeste (minuto 21) que se fue lamiendo el palo.
Pero eran los mejores momentos de Robinho, omnipresente, participando en
la creación y en la definición. En el 27, el ‘10’ lo volvió a intentar,
pero la zaga rojiblanca sacó su disparo. Y, cinco minutos después, su
chut se fue fuera.
EL GOL DE LA DISCORDIA
El Athletic, visto estaba, sólo creaba peligro a balón parado. Y así
llegó el gol. Y de nuevo con Rodríguez Santiago de por medio, como la
pasada temporada en Montjuïc. Jugada ensayada para Luis Prieto, que
empala un buen derechazo; Íker lo ve y se lanza a por él; pero, en fuera
de juego, Javi Martínez se cruza ante el meta blanco y no sólo se cuela
en su campo de visión, sino que llega a tocar con el pecho. La pelota,
que iba a media altura, entra rasa en la portería madridista. Las
protestas de Casillas y medio Madrid quedaron en el limbo: 0-1, minuto
34. Otra vez tocaba remar contra corriente.
El Athletic se vino arriba con el gol. Liderado por Yeste, el conjunto
blanco se animó en par de ocasiones hasta el área de Casillas, aunque
sin peligro. El Madrid, por su parte, acusó el golpe. Privados de Guti,
a los blancos les costaba sacar el balón y llevarlo jugado a posiciones
de ataque. Raúl, generoso en el esfuerzo como siempre, protagonizó el
último acercamiento de los blancos en el primer tiempo, pero Lafuente
conjuró el peligro. Tocaba esperar a que el paso por los vestuarios
aclarase las ideas del Madrid.
REACCIÓN
Y así fue. Primero, porque Fabio Capello movió ficha: sacrificó el doble
pivote (fuera Emerson) y, esta vez sí, dio entrada a Ronaldo -junto a
Van Nistelrooy-, en una decidida apuesta por el partido. También Beckham
entraba por un desasistido Reyes.
Y el Real Madrid tuvo otro aire. Becks daba fluidez a la salida del
balón, Robinho seguía con chispa y Ronaldo aportaba lo suyo: pólvora y
olor a gol. Nada más pisar el césped (min. 49) le puso un balón de gol a
Ruud, pero el holandés no llegó. No era el día de Van Nistelrooy, que
poco después se quedó solo ante Lafuente y estrelló su remate en el
portero. Y, en el 55, vio cómo Rodríguez Santiago le anulaba un gol por
(ahora bien) fuera de juego previo de Robinho. El Athletic bastante
tenía con cazar alguna contra, pero ahí estaba Íker, para sacarle un
balón de gol a Gabilondo.
Sin embargo, Ronaldo estaba con ganas. Y, en esas circunstancias, suele
ocurrir lo inevitable. Gran balón en profundidad de Sergio Ramos y el
‘9’, control a un toque y punterita para superar a Lafuente. El Bernabéu
lo celebró en plan Champions.
ACOSO TOTAL… Y PREMIO
Porque el público estaba enchufado al partido. Era otro Madrid y la
afición aplaudía desde el minuto 46 la osadía de Capello. Sólo faltaba
un gol para culminar la remontada ante un Athletic que endureció su
juego hasta el punto de que Aduriz le abrió una ceja a Diarra. El
árbitro lo vio. Roja y a la calle.
Ante diez, el Madrid apretó aún más el paso. Lo intentó Beckham (min.
78), de libre directo; y Ronaldo (80), pero salvó milagrosamente
Lafuente. La ocasión del brasileño activó la samba del Madrid. Un minuto
después, Roberto Carlos conectaba un zurdazo desde 25 metros. El balón,
un misil, se colaba junto al palo izquierdo del meta vasco. Delirio en
el Bernabéu. La afición se veía con 29 puntos, a uno del líder… pero aún
hubo que recurrir a Casillas para asegurar la segunda plaza: a dos
minutos del final, el meta madridista le sacó el balón del empate a
Iraola. Todavía hubo tiempo para que Raúl intentara su clásica ‘cuchara’,
pero, aunque Rodríguez Santiago prolongó cuatro minutos, no hubo tiempo
para más. Remontada de casta del Madrid, que se acuesta segundo. El
Barça sólo está a un punto. Paciencia. |
