Los que le zurran a Italia por jugar a la
italiana (primer mandamiento: le darás la iniciativa al contrario y
esperarás a cazarle a la contra), ¿ven mucha diferencia entre el equipo
de Lippi y el Brasil de ayer? Francamente, hubo pocas. Si el campeón
sale con el uniforme azul habría estado más de acuerdo con la situación,
en las antípodas del Jogo Bonito. Lo que tiene Brasil es pegada y eso le
permite ganar. Quizá incluso el título. Pero su juego es la gran
decepción del campeonato.
Éste no es el Brasil. Éste es un equipo que gana, pobres ricos que sólo
tienen dinero. Un Brasil que no transmite ni emociona es cualquier cosa,
pero no Brasil. El gris momento de Ronaldinho parece contaminarlo todo.
A Parreira le salió redondo el guión. A los cinco minutos un balón
interior de Kaká, magnífico, dejó a Ronaldo mano a mano con el meta
ghanés: bicicleta, Kingston al suelo, y toque ganador. Gol 15 de Ronaldo
en un Mundial, récord absoluto. Con 14 queda Müller, con 13 Fontaine (que
los hizo en una sola edición), con 12 Pelé y con 11 Klinsmann, el actual
seleccionador alemán.
1-0 casi desde el vestuario y Ghana, a por todas desde el pitido inicial.
Espacios para todos; mejor escenario para que apareciera el mejor Brasil,
imposible, y sólo apareció en cuentagotas. La pelota fue africana, pero
también la ceguera ante el gol. Si Ronaldo llega a nacer en Accra y no
en Río, cuartofinalista habría sido Ghana y no Brasil.
Faltó pólvora.
Amoah y compañía echaron más en falta un rematador que a Essien, su
motor ausente. Ghana jugó y jugó, pero sus remates fueron siempre de una
inocencia fatal. También su intento de achicar en defensa: se nota que
Menotti no pasó por allí. Los cazaron en el 1-0 y en el segundo,
prodigio mundial del fuera de juego no pitado. Adriano inició la jugada
en orsay y la acabó igual, empujando un centro de Cafú en manifiesta
posición ilegal. Sucedió pocos segundos después de que Dida rechazara
con el pie un cabezazo a bocajarro de Mensha, a la salida de un córner,
que se cantó como el empate. La tarea destructora de los árbitros con
los equipos de menos caché es tremenda.
El segundo tiempo fue más de lo mismo. Brasil esperando y saliendo y
Ghana como Sísifo: llevando montaña arriba la piedra para caer rodando
después para volver a intentarlo. Los brasileños estaban ya convencidos
de que el rival no marcaría ni jugando hasta Navidad, pero no se
decidieron a tomar riesgos (que hubieran sido pocos). La expulsión por
simular un penalti de Gyan allanó el camino brasileño. En otro
contragolpe Zé Roberto entró con la pelota en la portería e hizo el
tercero. Más tarde, Cafú y Ronaldo tuvieron el cuarto. Hubiese sido
demasiado.
El crack - Ronaldo
Tuvo la llave del partido con un gol muy suyo para empezar y confirmó
que va para arriba.
¡Vaya día! - Gyan
Todo lo que intentó en ataque le salió mal y por ahí perdió Ghana sus
opciones de dar la sorpresa.
El dandy - Ronaldinho
Sigue sin aparecer en toda su extensión, pero dejó un taconazo y un par
de flashes dignos de lo que es.
El duro - Muntari
El partido de Ghana fue duro y el árbitro no perdió la ocasión de
coserlos a tarjetas. |