El Madrid vuelve a La Romareda
mes y medio después del 6-1. Desde entonces hemos asistido a la dimisión de
Florentino, las eliminaciones en Copa y Champions, el pulso Raúl-Ronaldo y el
intento fracasado de recortar puntos al Barcelona. Ni una buena noticia. Como ya
pasó hace dos años, en la final de Copa, cuando el Zaragoza se le cruza en el
camino, el Madrid descarrila.
En esta ocasión no hay títulos por medio, pero resulta evidente que los rivales
se tienen ganas (no olvidemos que al set le sucedió un 4-0). El Zaragoza está a
sólo seis puntos de Europa, por lo que la victoria es fundamental si pretende
aspirar al premio. En el caso del Madrid, da la impresión de que el objetivo es
más escapar de Valencia y Osasuna que perseguir al Barcelona.
Para López Caro el partido también es decisivo. Una derrota o, simplemente, una
alineación extravagante podrían significar su adiós. Desde el club no se han
entendido sus últimas decisiones, que no han servido para ganar y no han hecho
otra cosa que desestabilizar más el vestuario. El último rumor sugiere que
Ronaldo será titular y que el puesto de Raúl en el once peligra; lo amenaza
Baptista. Beckham también jugará, aunque como mediocentro, porque Guti está
sancionado y porque su reubicación es la única manera de que sean titulares
Salgado, Cicinho y el inglés. Robinho se mantiene, Cassano desaparece y Zidane
por fin descansará, después de cuatro partidos consecutivos. Como se puede
apreciar, más que un planteamiento táctico es un tetris, un curso de diplomacia.
Si en el Madrid reina el caos, en el Zaragoza los retos se entienden como
ensayos generales que preparan la gran cita del 12 de abril: la final de Copa
contra el Espanyol. No hay lesionados y Víctor puede presentar su alineación de
gala. Su única duda es quién ocupará el lateral izquierdo: Toledo o Cuartero.
Los cuatro jugadores más adelantados del equipo son canela en rama: Oscar, Cani,
Ewerthon y Diego Milito. En la noche del 6-1, el brasileño marcó dos tantos y el
argentino, cuatro. Si repitieran hoy, sólo cabría hablar de ensañamiento. De la
eficacia del dúo Ewerthon-Diego Milito nadie duda: es la segunda mejor sociedad
de la Liga (24 goles), sólo superada por la de Ronaldinho-Etoo (36). Tampoco es
difícil averiguar quién mueve los hilos: Cani suma nueve asistencias. El chico (o
no tanto: 24 años) todavía no ha firmado la renovación y el Madrid está entre
sus pretendientes.
Peor en casa.
Aunque los antecedentes con el Madrid en casa invitan a la euforia zaragocista,
sus resultados en Liga advierten de los problemas del equipo en su estadio:
cinco victorias, cuatro empates y cinco derrotas. Más puntos fuera (20) que en
La Romareda (19), lo que contrasta con el rendimiento madridista a domicilio:
siete victorias, tres empates y tres derrotas.
Cuentan que aquella noche del 6-1 López Caro cometió su primer error en el
Madrid al dejar fuera a Cicinho, Woodgate, Mejía y Zidane. Aunque la defensa se
recompuso mal con Helguera y Salgado, y se le podría criticar por tocar lo que
funcionaba, esos cambios no fueron la causa de la debacle. Fue el torbellino del
Zaragoza y el agotamiento mental de su adversario. Hoy López Caro puede presumir
de haber sumado 28 puntos en 14 encuentros, tres más que Luxemburgo en igual
número de partidos en Liga. No sabemos si mañana podrá presumir de algo. |