21/02/2005
0-1: Nada perdido, pero toca ganar en Highbury

El aroma a Liga de Campeones impreganaba el Bernabéu ante la visita de un rival inédito en el feudo español, el Arsenal. Con 400 medios de comunicación acreditados para el duelo, y los ingleses con un sistema ultradefensivo, el Real Madrid estaba ante la reválida europea a su excelente momento en su país. López Caro mostraba su once más ofensivo, con Ronaldo, Zidane, Robinho, Beckham y Zidane. En defensa, pese a que Woodgate recuperaba su sitio, tenía que decir adiós tras resentirse de unas molestias en su muslo izquierdo. En frío, y ante uno de los ogros de Europa, Thierry Henry, aparecía Álvaro Mejía, que tenía ante sí una de las mayores reválidas de su carrera.

Sabiduría inglesa
Muchos vídeos del Real Madrid había visto Wenger para intentar desconectar a la pareja Zidane-Guti. Dejó a Pires en el banquillo contra pronóstico, y sacó un doble pivote defensivo, Hleb-Gilberto. Su aportación al medio resultó demoledora para el juego de los blancos que, en ocasiones, eran superados en la medular y debían actuar con solvencia Ramos y Mejía. Henry, Reyes y Ljunberg tuvieron las mejores ocasiones del arranque del choque que, gracias a su falta de tino, no pusieron la eliminatoria cuesta arriba. López Caro, advertido tras lo acaecido en La Romareda, pedía cautela a sus laterales para no dejar desguarnecida la defensa.

Cogiendo aire
El Bernabéu sufrió los veinte minutos iniciales, pero empezó a despertar y a levantar al equipo cuando aparecieron Guti y Zidane, éste en menor medida. Superar el entramado defensivo inglés era complicado, y medir en velocidad a Touré y Eboué, muy complicado. El camino era tocar mucho y esperar que se abriera alguna vía de escape, que empezaron a aparecer cuando el balón pasaba por los pies de Senderos o Flamini. Cicinho era amonestado por una entrada sobre Reyes, y debía reforzar su vigilancia ante el andaluz. Agonizaba la primera parte con las mejores sensaciones del Madrid que, por parte de Roberto Carlos, Robinho, Beckham y Ronaldo pudieron desnivelar la contienda. Lehmann, seguridad alemana, lo impidió.

Galopada de Herny
Dos misiones para la segunda mitad: impedir que Ljunberg tocara con facilidad y disponer mayor movilidad en ataque. Pero nada se pudo hacer ante la excelsa cabalgada de Herny en el primer minuto de la reanudación. Silenció el Bernabéu y puso el Bernabéu ante una nueva demostración de casta. Farina se tragó un clarísimo penalti sobre Cicinho y la afición se enganchó del todo, porque además, vio calentar a Raúl. El gol hizo daño, pero se rehacían porque nada estaba perdido aunque, las contras londinenses eran demoledoras. Apareció el capitán por partido para cargar más de emoción un partido que decaía por momentos, propiciado por la parsimoniosa actuación de Hleb –que amargaba constantemente a Roberto Carlos- y Gilberto.

Raúl rozó el gol en un remate de cabeza, pero costaba mucho llegar a las inmediaciones de Lehmann. La defensa blanca ya vivía al borde del abismo porque se situaba en el centro del campo. Wenger daba un respiro al Madrid al quitar a Hleb –por Pires-, en el momento que Baptista reemplazaba a Gravesen y el equipo recogía la idea: al ataque. Lehmann derriababa Beckham y el Bernabéu volvía a reclamar la pena máxima. Eran momentos difíciles porque Casillas era providencial en tres ocasiones. Le tocará remontar al Real Madrid en Highbury (8 de marzo) porque el tanto de Herny pone al Arsenal por delante en la eliminatoria

22.02.2006 07:33 +0300
realmadrid.com