¡Qué valientes son!
No. El compromiso de los jugadores ha sido fundamental. Antes de Navidad no
tenía un estado anímico correcto, pero ahora es distinto. Tenemos que seguir
trabajando porque tenemos grandes objetivos que queremos conseguir.
Su vida ha cambiado...
Conseguí el título hace dos años y mi experiencia con Juan Ramón es inolvidable.
Sobre todo por su filosofía de trabajo. Tenemos una gran ilusión y hay que
seguir con la línea que llevábamos antes. Somos los mismos. Todavía no hemos
hecho nada, tenemos ilusión por conquistar las competiciones.
¿Cuándo se unió a Caro?
Estaba en Barcelona de coordinador en la Fundación del Madrid y me comentaron la
posibilidad de venir de segundo entrenador. Pedí referencias a mi cuñado
Lopetegui y a Míchel. Desde el primer día me acogió con cariño. Su filosofía va
coordinada con la idea de fútbol de los dos. Vivimos intensamente el día a día.
¿El vestuario es caprichoso?
Qué va. Desde fuera se ve de otra manera. Son grandes personas, en mi época
pasaba igual. Sabemos que el trato humano es fundamental. Sabemos cuándo hay que
estar así y cuándo hay que exigir. Lo importante es combinarlo todo. Lo tenemos
claro y ellos también, de ahí esa unión.
Los jugadores 'se quejan' de que nunca saben si juegan.
Eso es bueno porque hace que todo el grupo tenga la esperanza de jugar. Eso
alimenta el espíritu de grupo. En una plantilla como la nuestra, que lucha por
todas las competiciones, todos tendrán oportunidades para aprovechar.
Hay más de 11 titulares...
Han visto que si entrenan bien tendrán oportunidades. Hay un caso muy específico
que es el de Mejía. No jugaba, ha hecho las cosas bien y ahora juega. Genera
competitividad y todos se sienten importantes. Nos ponen las cosas difíciles al
elegir el once. Eso es de agradecer. No nos podemos quedar con la sensación de
que todo está hecho.
¿Qué ha sido lo más difícil en estos meses?
Cambiar la situación de nerviosismo que había. Se notaba en el estadio, la gente
no estaba segura. Pero los futbolistas nos han ayudado, son los protagonistas de
este cambio y nosotros debemos mantenernos al margen. Se nos ha encargado esta
misión y tenemos que trabajar para el club. Es ilusionante y tenemos ganas de
dar la vuelta a la situación. Los objetivos prioritarios del club están por
encima de los nuestros.
¡Qué complicidad tiene con los jugadores!
Haber estado en ese vestuario ayuda. Hay veces que les hablas como entrenador y
otras como compañero. Quizá eso me dé una ventaja y me hace saber sus
inquietudes.
¿Es mejor este equipo o el de la Quinta del Buitre?
Son distintas épocas. Había grandísimos jugadores, nos faltó la Copa de Europa,
pero ganamos cinco Ligas seguidas que ahora es casi imposible. Ahora la
dimensión del club es más grande por una serie de jugadores, pero el trato es
igual a Zidane o a Butragueño.
¡Qué bien está Zidane!
Son las sensaciones que tiene él. No tenemos una varita mágica. Pero no sólo él,
todo el equipo está a un nivel alto. Tiene predisposición para saber que puede
mejorar y rendir más. Se le ve feliz y está a gusto.
¿Se quedará un año más?
Es un caso especial. Es grande. Es extraordinario y, a veces, somos injustos con
jugadores que lo han sido todo. No se le puede desprestigiar.
¿Es tan 'enfermo del fútbol' como Juan Ramón?
Lo vivo con intensidad. Pero él lo vive minuto a minuto y le cuesta desconectar.
Intenta saber los máximos datos posibles. En fútbol, cuanto más controles mejor
te va a ir.
¿Y cómo está Ronaldo?
Está bien. El día de Villarreal decidió jugar, y se lesionó. Se ha tratado todo
con más prudencia y hay que tener más cuidado por su musculatura, pero hace
trabajo específico. Para mí es el mejor del mundo, nos ayudará mucho. Nos
interesa que haga goles, pero que trabaje como el resto.
¿Y Cassano?
Ha puesto una gran voluntad. Ha tenido un comportamiento ejemplar. Tiene mucha
personalidad y dice las cosas cara a cara. Es muy extravertido y quiere
engancharse.
¿Para cuándo Raúl?
Tenemos ganas de contar con él, no sólo por lo que aporta como jugador. Es un
profesional y aporta mucho al grupo. Demuestra lo que es ser un líder. Nos va a
sumar...
El problema será a quién alinear...
No, lo fundamental es que todos se sientan importantes se llamen como se llamen.
El grupo será más fuerte así. |