Luxemburgo deslizó ayer en conferencia de
prensa que hoy dejará a Robinho en el banquillo para reservarlo con
vistas al partido del próximo miércoles contra el Olympiacos, ante el
que no podrá jugar Ronaldo por estar sancionado. El porqué sienta a
Robinho, de 21 años, y no a Raúl, de 28, se nos escapa, pues, siendo
ambos delanteros, parecería que quien necesita más partidos es el recién
llegado y quien requiere más reposo, el veterano capitán. En cualquier
caso, creo que la prudencia es exagerada y que el Madrid no tiene
todavía vuelo suficiente como para permitirse el lujo de sustituir a su
futbolista más revolucionario, y elijo un adjetivo entre mil, todos
buenos.
Al anunciar públicamente la sustitución, es como si el entrenador diera
por inaugurada la temporada de rotaciones (de figuras), ya que los
cambios anteriores los entendemos como ejercicios de prueba y error en
busca del equipo ideal, recuerdo que Luxa no ha repetido alineación en
los cinco encuentros anteriores.
Dando por seguro que regresan al once Helguera, Sergio Ramos y Baptista,
la incógnita es saber si será titular Guti, que parece favorecido por la
suplencia de Robinho y por el mal rendimiento de Gravesen, que no mezcla
con Pablo García, como no mezclan el vodka y el whisky, no prueben.
Confianza. No obstante, aunque criticamos a Luxemburgo por conservador y
por no aprovechar las bandas, hay que reconocer en su descargo que le
siguen avalando sus números en la Liga: 18 victorias, tres empates y
cinco derrotas, dos de ellas en el presente campeonato. Mejor equipo de
2005 con 57 puntos, consideraciones estéticas aparte.
Si el Madrid está reforzado por todas las estadísticas posibles (sólo
perdió en Mendizorroza en 1931, en su primera visita, meses antes de
fichar a Ciriaco, Quincoces y Olivares), el Alavés, colista, sólo puede
sentirse animado por el nombre del árbitro, Mejuto González, con quien
nunca ha perdido en casa (cinco victorias y dos empates).
Sin victorias. El equipo vitoriano, el único en la Liga que todavía no
ha ganado un partido (dos empates y dos derrotas), se presenta
necesitado de alegrías. De momento, tiene esperanza: los cambios
introducidos en La Rosaleda (0-0) dieron resultado y la defensa ha
mejorado con la entrada de Pellegrino y Juanito por Téllez y Sarriegi,
al igual que el centro del campo se ha visto reforzado con la inclusión
de Carpintero como pivote junto a Astudillo. Nené (tres goles) es la
amenaza local.
Como viene siendo habitual, el presidente Piterman estará en el
banquillo junto al entrenador nominal (que no real), Chuchi Cos,
madridista confeso. Hay quien dice que Piterman es un patrón atípico y
hay quien afirma que sólo es un patrón que no disimula. Su ubicación nos
impedirá contrastar su vestuario tipo Corrupción en Miami con la sobria
y ahora luminosa presencia de Florentino Pérez. Igor González de
Galdeano, recién retirado, hará el primer saque. Será un honor. |