Amedida que van pasando las horas, Robinho
tiene más claro que quiere que su futuro inmediato esté en el Real
Madrid y por eso se mantiene en rebeldía. Ayer volvió a demostrarlo con
hechos. No ha aparecido en los entrenamientos con el Santos desde que
regresó de Alemania, donde disputaba la Copa Confederaciones. Pero
tampoco acudió ayer al partido en el que su equipo se enfrentaba al
Juventude en el estadio Urbano Caldeira.
En el club brasileño, su decisión no sentó nada bien y se adoptaron
medidas: Robinho será multado de nuevo por incumplir las normas. El
delantero ni siquiera avisó a la entidad de que tenía pensado ausentarse
del encuentro y se quedó recluido en su casa. El jugador ya ha dejado
muy claro lo que quiere y con su postura trató de evitar que surgiera
algún problema con los aficionados del Santos.
La hinchada ya está impaciente y el delantero no quiso provocar que se
produjera una situación violenta, sobre todo tras la campaña que está en
la calle bajo el lema "¡Robinho, quédate!". El brasileño lo ha repetido
hasta la saciedad. Sueña con jugar en el Real Madrid la temporada
próxima y, cansado de demostrarlo con sus palabras ("No puedo entrenarme
con el Santos. En mi cabeza solamente tengo al Real Madrid", dijo el
sábado), lo hace con sus actos.
Hoy, la plantilla del Santos disfrutará del día libre y los jugadores
regresarán al trabajo mañana. Pero Robinho tampoco acudirá a esta nueva
sesión de entrenamiento. Además, pese al día de descanso, el delantero (que
ya ha suplicado de todas las maneras posibles que le escuchen) ha
convocado para hoy una conferencia de prensa en la que dejará aún más
claro que quiere marcharse, por si a alguien le queda alguna duda.
Esfuerzo.
El representante de Robinho, Ribeiro, está en contacto permanente con el
jugador y confía en que en las próximas horas todo se solucione. El
Madrid aún espera y, en la entidad blanca, se ve muy positivo que el
futbolista haya expresado su postura. El Madrid ha hecho un gran
esfuerzo por contratar a Robinho y se ha elevado la cifra a desembolsar.
De los 15 millones de euros que se pactaron en noviembre, los
madridistas han aumentado su oferta hasta 22 millones en cuestión de
meses. El pulso con el presidente del Santos, Marcelo Teixeira, continúa.
Y Robinho está muy cansado. |