La llegada del Barcelona a Málaga estuvo
marcada por la actitud 'beligerante' de una pequeña parte de los más de
doscientos aficionados que recibieron en el aeropuerto Pablo Ruiz
Picasso a la expedición azulgrana y que increparon a Frank Rijkaard y
arrojaron una camiseta del Real Madrid a Ronaldinho que, además, 'perdió'
la cinta con la que llevaba sujeto su pelo. No obstante, y gracias a la
intervención de las Fuezas de Seguridad del Estado, todo quedó en una
anécdota.
El avión del Barça tomó tierra a última hora de la tarde del sábado,
concretamente a las 19:30 horas, y en el momento de abandonar los
barcelonistas la terminal para coger el autobús que les debía llevar a
su hotel de concentración, fue cuando se produjeron los desagradables
incidentes.
El primer objetivo de ese pequeño grupo de exaltados fue Rijkaard, al
que al pasar a la altura de un hombre ataviado con una camiseta de
Zinedine Zidane éste le recordó el resultado de la temporada pasada, en
la que el Barcelona perdió 5-1. El entrenador holandés, pese a la 'provocación',
no se alteró y continuó su camino con paso firme como si nada hubiese
pasado.
Posteriormente le tocó el turno a Ronaldinho, que primero recibió un
camisetazo en pleno rostro por parte de un joven y al que,
posteriormente, una aficionada le arrebató su cinta de pelo. El
mediapunta brasileño, escoltado por varios agentes de policía,
finalmente consiguió salir indemne, aunque bien es cierto que con cara
de incredulidad.
Lectura positiva Afortunadamente, la llegada al hotel de concentración
fue más tranquila, ya que el centenar de aficionados que recibió a la
entrada del mismo a la comitiva barcelonista no protagonizó ningún
altercado y se dedicó exclusivamente a dar ánimos de cara al choque de
esta tarde a la plantilla azulgrana. Es más, una vez que el Barça quedó
recluido en el mismo, nadie se movió por si Ronaldinho y compañía
volvían a hacer acto de presencia.
Ya en el hotel, Rijkaard prefirió no entrar a valorar lo sucedido y
destacó la presencia tanto en el aeropuerto como en el hotel de la gran
cantidad de aficionados del Barcelona. El técnico holandés manifestó que
este recibimiento masivo se debe "a lo bien que va el equipo". |