No me cabe la menor duda de que Ronaldinho
le ha dado otro aire al Barcelona. Chispa, talento, y una garra que le
faltaba en los últimos años. En su cara, a través de su sonrisa, da
muestras de su atrevimiento y de sus ganas de ganar. Es alegre, algo
vital en cualquier equipo y más en el Barcelona. Aparte de hacer goles,
se le nota a la legua que disfruta más dándolos a sus compañeros,
creando jugadas de ensueño para enamorar a la galería. Me da la
sensación de que le gusta la figura del clásico, ser el centro de
atención, estar en el centro de todas las miradas. Y me da esa sensación
porque se le ve coqueto. Es uno de esos fanfarrones (en el buen sentido
de la palabra) que animan la fiesta con su presencia y su predisposición.
Indiscutiblemente está entre los tres o cuatro mejores jugadores del
mundo y hoy tiene una oportunidad para demostrarlo.
Y en el otro lado estará Ronaldo, su amigo y compañero de selección.
Ronie lleva por lo menos ocho años entre la elite del fútbol. Es más
importante para el Madrid que Ronaldinho para el Barcelona. Y lo es por
una razón fundamental: Ronie domina el arte que le da sentido al fútbol,
el del gol, y lo domina como nadie. Eso es lo que le hace distinto a los
demás. Es bien cierto que esta temporada, al Real le está faltando su
cuota de gol, pero la genera por presencia y cualidades, aunque no
marque. Sigo diciendo que éste me parece el mejor Ronaldo en el Madrid,
pero en un Madrid desinflado. Eso es lo que tiene verdaderamente mermado
al gordito. Pero aun así me quedo con Ronie antes que con Ronaldinho.
Esos son los dos nombres que centrarán la mayor parte de nuestras
miradas esta noche. En sus botas está la salsa del fútbol: el gol. |