Estos dos pequeños aficionados sólo tienen
15 años, pero son suficientes para darse cuenta de que el gesto de
Ronaldo después de ser sustituido por Owen ante el Málaga fue natural y
respondió a una provocación. En su poder está la botella que el
brasileño tiró hacia la grada. H. C. y H. P. estaban sentados a escasos
metros de los aficionados que increparon al delantero y, como muchos de
los socios que había en esa zona, fueron salpicados por el agua que
contenía la botella. AS verificó sus identidades ampliando una
fotografía de lo sucedido para dar credibilidad a sus testimonios.
"Está muy feo que un jugador tenga un gesto como ese hacia la grada. Eso
en primer lugar. Pero en honor a la verdad, también hay que decir que
los aficionados que estaban detrás del banquillo le dijeron de todo. Lo
insultaron a él y se acordaron de su madre. Pero esto es algo que suele
suceder con frecuencia. De hecho, hubo muchos aficionados que se
volvieron contra los que gritaban insultos pidiendo explicaciones.
Siempre son los mismos y a todos los jugadores. A Figo, por ejemplo, lo
llamaron perro y le ladraron".
Este testimonio ratifica todo lo que dijo Ronaldo después de que
terminara el encuentro. Fue gravemente insultado. Además, las palabras
de los jóvenes ayudan a saber lo que sucedió.
"Había un señor calvo (Julio Cendal, el jefe de seguridad del equipo)
que cuando pasó todo se dirigió al público pidiendo tranquilidad. Dijo
que todo se iba a aclarar y que la entidad revisaría los vídeos para
leer en los labios de los aficionados lo que se estaba gritando a
Ronaldo".
Tanto H. P. (socio del Madrid), como su amigo, lo tienen claro: "Cuando
se va al estadio es para animar a los tuyos. Y si se critica, hay que
hacerlo de una manera educada y sin insultar". |