Lo primero que llama la atención de Arrigo
Sacchi es la jovialidad, su ausencia de gravedad. Lo segundo, los
zapatos. Sacchi sonríe con facilidad y el gesto le rejuvenece. Como
tampoco hay rastro de grasa ni de canas (ni de pelo) se pierde la pista
de su edad, aunque él no la esconde: 58 años. Su calzado resulta más
indescifrable, pues valdría igual para un jubilado y para un joven con
rastas: zapatillas negras de cuero con cordones. Austeridad insospechada
para un hombre de fútbol y más insólita si cabe en un italiano (raza
superior, según Luis Aragonés).
Arrigo (su nombre deriva del germánico Heinrich, como Enrico) visitó
ayer AS, un día después de la victoria ante el Betis y de los abucheos a
Ronaldo. Sacchi defendió al brasileño. "Ronie es fundamental, un
patrimonio técnico importante para el Madrid y para el fútbol mundial.
Tiene 28 años, aún es joven. Es posible que en estos momentos no tenga
una condición óptima, pero es imprescindible. Contra el Betis había dos
o tres jugadores pendientes de él y eso nos permitió jugar con más
comodidad. Le tenían miedo y eso a nosotros nos daba una confianza mayor.
Hasta que estrelló el balón en el poste jugó bastante bien. Luego falló
algunas jugadas. Quizá la gente pitó porque tampoco estaba contenta con
nuestro juego...".
"Es verdad que Ronaldo estaba afectado tras el partido, pero en el
entrenamiento ya estaba mucho mejor. En el club no sólo decidimos
respaldarle por razones humanitarias, sino porque estamos convencidos de
que es el mejor del mundo. Es cierto que ha vivido un momento particular
en su vida que tal vez no le haya permitido exprimirse al máximo. Pero
ante la Juve la cosa cambiará totalmente. Si Ronie hubiera estado mejor
en el partido de ida estoy seguro de que el marcador hubiera sido más
amplio que el 1-0".
"No creo que haya divorcio entre Ronaldo y la afición, aunque en el
fútbol pocas cosas se pueden afirmar rotundamente. Por nuestra parte,
estamos convencidos de que es el mejor y si los divorcios han de ser de
mutuo acuerdo, nosotros no estamos en absoluto de acuerdo".
Lejos de criticar al público del Bernabéu, Sacchi lo elogia. "El público
español, y en concreto el del Bernabéu, da muestras de una gran cultura
futbolística. Hay un gusto por la estética que obliga no sólo a vencer,
sino también a jugar bien. Gravesen, por ejemplo, gusta por su
entusiasmo, por la alegría, por la voluntad y el empeño que pone en su
trabajo".
El director de fútbol del Real Madrid se expresa con soltura, con un
buen manejo del castellano. Quizá su parquedad de palabras inicial se
debía a la timidez o quizá es que aprende rápido. "Estamos segundos, son
los hechos, es normal bajar un poco después de siete partidos ganados,
pero ahora debemos crecer en todo. Este equipo tiene una calidad
impresionante. Hay quien habla de la suerte, pero la suerte es lo que
uno merece. Sé que no se debo decir esto, porque hay mucha gente que
justifica sus frustraciones por la suerte. Pueden decir ahora que el gol
de Owen fue por fortuna, pero les puedo asegurar que si estoy yo allí no
la meto".
El partido frente el Betis sirvió para sacar conclusiones. "En el primer
tiempo ellos jugaron muy bien. Hay que tener en cuenta que nosotros
teníamos bajas y algunos de nuestros jugadores estaban recién
recuperados de una gripe. Ganar el partido fue una de las cosas más
difíciles con las que nos hemos enfrentado. Pero tenemos un nivel
impresionante, ya lo demostró Casillas".
Sacchi, en cambio, elude opinar sobre Joaquín, uno de los futuribles
para reforzar el equipo: "Cuando juega el Real Madrid sólo veo al Real
Madrid. Si me quiero fijar en alguna otra cosa debo ver después el
partido por televisión".
Sobre los posibles fichajes, se muestra extremadamente prudente. Ya
cometió el desliz de reconocer que Robinho estaba contratado y ahora se
limita a decir que el brasileño "es un gran futbolista", nada más.
Tampoco hace valoración alguna al ser preguntado por Figo, todavía por
renovar y al que muchos sitúan en la puerta de salida: "Estamos tan
ocupados en el presente que la mente nos alcanza como máximo al partido
contra Juventus". Diplomáticamente evasivo.
"Tenemos una gran confianza en esta plantilla. No pedimos lo imposible,
pedimos el máximo. El Real es el club más famoso del mundo, el que más
ha ganado y está en Madrid, una de las ciudades más preciosas que
existen. Pertenecer a este club debe ser un honor para cualquiera que
venga".
Sacchi niega con firmeza que la edad pueda justificar el mal y rechaza
la teoría del fin de ciclo. "La edad... yo tengo 58 años y todavía
pienso en mejorar. ¿Cómo no va a pensar en mejorar un equipo como el
Madrid? Hablan de fin de ciclo y de jugadores mayores. Pero sólo Zidane
y Figo pasan de los 30 (también Roberto Carlos, por cierto). Y los 28
años son la mejor época para un futbolista. La edad no importa si el
jugador se entrena bien, come bien y se siente optimista. Eso sí, debe
haber un interés por progresar".
"Recuerdo haber hablado de esto con Baresi. Si sólo tienes confianza en
tu fuerza, a los 30 años te acabas. Si quieres jugar durante más tiempo
debes progresar y disfrutar tu experiencia. Costacurta sigue jugando con
38 años y está siempre en la posición correcta. Yo le digo que dentro de
poco podrá jugar sin correr. Pero una cosa está clara: los futbolistas
del Madrid no pueden pensar como hace cinco años, es necesario cambiar
la mentalidad. Y hay que saber si pueden y quieren seguir".
Vuelve a salir el Milán a colación y a nuestro protagonista se le hincha
el pecho (y la memoria): "El Milán cuenta con Cafú, de 35 años, Maldini,
de 36, Stam, 32, e Inzaghi, 31. Lo importante es el espíritu. Excepto
Van Basten, que tuvo que dejar el fútbol a los 30 por una lesión, casi
todos los jugadores que yo entrené en el Milán y en la selección han
jugado durante mucho tiempo, hasta los 35 o 38". "El mejor antídoto para
la edad es ser buen profesional".
El que fuera campeón de Europa con ese Milán rutilante en 1989 y 1990
tiene claro que cualquier plantilla debe contar con dos grandes
futbolistas por puesto. Y recita la alineación del Milán con el recambio
correspondiente: Cafú (Simic), Nesta (Costacurta)...
"Hay que rotar y para eso es necesario contar con una plantilla amplia,
porque el calendario obliga a jugar cada tres días y se acusa la fatiga.
Por eso estamos teniendo tantos lesionados. No puedo entender cómo se ha
disputado un partido de Liga entre semana estando entre medias de una
eliminatoria de Champions. Eso no ocurre en Italia, es una ventaja
demasiado grande para nuestro rival".
En esas rotaciones, Sacchi no incluye por decreto a la cantera. "Hay que
ver la realidad mundial. El Inter, la Juve o el Milán no tienen
últimamente jugadores de cantera. Cuando yo entrenaba era más fácil
porque sólo estaban permitidos dos o tres extranjeros. Pero cuando se
abrió el mercado se elevó el nivel técnico".
"Si no se ha cedido a más chicos es porque uno de los objetivos es que
el filial suba a Segunda A. Cuando un muchacho se va hay que estar muy
atento a quién le va a entrenar y cuál será el ambiente que se
encontrará... no es fácil".
El nombre de la Juve es lo único que consigue poner verdaderamente serio
a Sacchi. "Siento un respeto muy grande por el club. Los jugadores que
visten esa camiseta saben que o dan el máximo o se van. No, no estoy
tranquilo con el partido de vuelta. Hace 40 años que conozco a la Juve y
sé que es un equipo complicado, con jugadores del primer nivel. Nos
querrán presionar, salir a la contra, intentarán jugar matándonos... En
el Bernabéu, hicimos un gran partido, pero tuvieron dos oportunidades...
Debemos saber que ellos nos tienen miedo, son italianos y piensan más en
cómo anular nuestro juego que en el suyo, buscan un antídoto, algo que
neutralice a Ronaldo, le temen. Hay que salir al 100% porque si jugamos
como en la primera parte contra el Betis perderemos...". Y se fue ligero,
con las zapatillas negras. |