02/03/2005
A SEIS DEL BARÇA

Primer acto: Joaquín. Se esperaba mucho de él, por su 'romance' blanco, y no defraudó. El partido fue suyo al comienzo, con un eslalom de artista culminado con una vaselina suave, demasiado para el mejor portero de la Liga, Iker Casillas, más experto aún que Kameni. El Betis asustó de comienzo, pero la efectividad, la pegada, la contundencia, correspondió al de casi siempre, al Madrid. Owen, otro que parece que nunca hace nada, enganchó un pase desde la izquierda de Solari, no soltó el balón ni con el agarrón de Juanito y batió a Doblas con un remate entre las piernas. Esta historia, que de tantas veces contada ya es rutina, significó la diferencia entre uno y otro en el primer tiempo. El Betis tuvo la pelota, encerró a un Madrid aparentemente inocuo y se estrelló en Casillas. Edú y Benjamín bien que lo sufrieron en sus carnes en sendos disparos de gol que evitó Iker de manera prodigiosa.
Pues bien. El Madrid, como si tal cosa. Un posible penalti de Benjamín a Beckham, por juego peligro, dio paso luego a una decisión de Iturralde: pitar cesión intencionada de Luis Fernández a Doblas. El libre indirecto lo engatilló Roberto Carlos para celebrar a 144 km/h su partido 300 como madridista en Liga. 2-0 y la moral bética, por los suelos. Cuando no puede ser, no puede ser y, además, es imposible.

Segundo acto: Preocupación de primeras en el madridismo. Y seria. Lesión muscular de Casillas, quien pidió rápidamente el cambio. Entró César y ovación de la noche para el portero blanco, el jugador probablemente más determinante de la Liga. Pese al susto de sentirse desvalido sin Iker, el Madrid apretó arriba, aprovechando la adelantada situación en el campo del Betis. Owen falló el gol más cantado del encuentro, al tirar arriba una mano a mano con Doblas, y luego Ronaldo lanzó al palo. A continuación, en un duelo acelerado, recortó el Betis, con un buen gol de Edú superando a Samuel y César. Pero segundos después, el 3-1. Cabezazo picado de Samuel, fuera de juego posicional de Owen y Helguera que remató. Por si fallaba Iturralde. Que falló.
El Betis ya se dio por vencido. Y el Madrid, ahora sí con Guti, se fue a por la goleada. Entonces se reabrió el desencuentro afición-Ronaldo. Silbado por buena parte del coliseo, el brasileño siguió a lo suyo: corriendo contras, peleando por lo que domina, el arte del gol. Sólo que no estuvo afortunado.

Desenlace: El Real Madrid, aunque asustado por la lesión muscular de Casillas, ya se encuentra a seis puntos (dos partidos) del Barcelona. La Liga sigue muy viva gracias a la pegada madridista ante un digno Betis. Pero Iker, en el primer tiempo, dejó en nada a un rival que gastó su ambición y que, cuando se acercó para empatar, recibió pronto otro golpe demoledor. Un detalle significativo para que siga abierto el 'caso Ronaldo': la afición abroncó su falta de definición. Al final, incluso, le chistó por todo. Mal plan, aunque el Madrid se la jugará ahora como visitante. En Valencia y Turín.

03.03.2005 02:05 +0300
as