Ocho meses, 552 partidos y 910 jugadores.
En cada encuentro hubo un reportero de Placar que valoraba la actuación
de cada futbolista, con el inmenso esfuerzo de acudir a todos los campos
(no vale juzgar por televisión). Un premio sin mermeladas ni concesiones".
Así describe la revista Placar los trofeos que entrega cada año: once
Balones de Plata, uno por puesto, el premio al mejor artillero y el
Balón de Oro para el mejor futbolista, que recayó esta temporada en
Robinho, con toda probabilidad el próximo galáctico del Real Madrid.
Después de toda una campaña, Robinho alcanzó una nota media de 6,51 por
los 6,34 de Washington (Atlético Paranaense) y los 6,31 del ex
madridista Petkovic (Vasco). Ninguno de sus rivales alcanzó el 8,5 de
valoración que recibió el joven delantero en tres partidos. Robinho
también fue el vencedor en el apartado de mejor atacante.
El actual entrenador del Real Madrid, Vanderlei Luxemburgo, recibió el
galardón que le acredita como el mejor técnico de la pasada temporada,
al conducir al Santos al título de Liga.
En helicóptero. Se puede considerar estos premios como los Oscar del
fútbol brasileño y la ceremonia de entrega tiene un glamour parecido.
Robinho y sus compañeros de equipo acudieron en helicóptero porque al
mismo tiempo se celebraba el título de Liga conseguido por el Santos.
En su edición de enero, Placar publica un reportaje sobre el acto y
dedica una mención especial a las lágrimas de Washington, que tras ser
operado del corazón y superar innumerables exámenes médicos, se proclamó
mejor artillero del campeonato. Otra historia dramática con final feliz,
como la de Robinho. |