Al igual que hace una semana con
Iker Casillas, David Beckham encontró en Roberto Carlos, Ronaldo y
Salgado un motivo más para superarse. El inglés se disponía a practicar
su especialidad preferida, los libres directos, cuando, detrás de la red
que separa el campo de entrenamiento, sus compańeros le picaban con
comentarios acerca de su puntería. A Beckham, confiado de su pierna
derecha, sólo le valió un disparo para dejar rendidos a los brasileńos y
al lateral gallego. Aparte del correspondiente aplauso, los críticos le
emplazaron para el duelo ante la Real Sociedad para proseguir con su
excelente racha. Aunque, eso sí, ellos no podrán estar detrás de la
portería.
García Remón había mandado a sus hombres a la ducha, pero David
Beckham quería probar su puntería de cara al duelo frente a los
realistas. En la portería, el canterano Cobeńo. Y detrás de ella,
Ronaldo, Roberto Carlos y Míchel Salgado. Todos querían comprobar la
puntería del inglés. Primero, sin barrera, y posteriormente, con el
obstáculo en medio. Bromas, comentarios y gestos para desconcentrar al
'23', pero...
...
no hubo manera. En su primer lanzamiento, balón al larguero y adentro.
Silencio. Roberto Carlos no decae: "Vale, pero eso el domingo, pero
nosotros no estaremos detrás de la portería". Risas. Ronaldo y Míchel
Salgado le secundan, pero Beckham quiere darles otra lección. Segundo
balón, segundo gol, y sus enemigos firman la rendición: "Good job, David,
good job" ("Buen trabajo, David, buen trabajo"), sentenció Roberto
Carlos mientras se abrazaba con Ronaldo y esperaba para felicitar al
inglés. |