Mariano García Remón y Serra Ferrer no
habrán dormido esta noche abrumados por lo que se les viene encima.
Curioso: jornada séptima y en el Betis y en el Real Madrid las alarmas
están encendidas. Toca ganar o ganar. Ni uno ni otro equipo pueden
perder el paso sin sumar tres puntos. Los verdiblancos porque andan en
el alambre de la mitad para abajo, y los blancos porque pierden el tren
de cabeza y aún no estamos ni en Navidad.
El Ruiz de Lopera se convierte en la sala de urgencias donde dos equipos
heridos buscan árnica. El Betis ha ganado sólo un partido y el Madrid
viene de dos palos seguidos, con Athletic y Depor. Hay más aún para
hacer sangre: los Galácticos han marcado cuatro goles y han recibido
otros cuatro en Liga. Comprendemos por qué García Remón no pega ojo por
las noches y está como loco por ganar hoy en Sevilla. Vamos a ganar, ha
dicho para inyectarse moral en vena.
Lesionados. Quizás el entrenador madridista apoya su coartada en el
negro panorama clínico del Betis. Natural, Serra Ferrer va a cambiar a
más de la mitad de la defensa nada menos que el día que llegan Ronaldo,
Raúl, Figo y compañía. En la derecha jugará Tais, un uruguayo que no ha
disputado un minuto esta temporada. En la izquierda reaparecerá Luis
Fernández después de un mes en barbecho por lesión. Y como segundo
central de circunstancias, Arzu, a quien todos conocemos por sus
cualidades como centrocampista.
Si lo vemos en perspectiva, el partido se inclina hacia el Madrid. Falta
Beckham, eso sí, y a García Remón se le ha descolocado el puzzle en el
centro del campo. La cuestión provoca un gran cambio, que incluso puede
ir contra el gusto del propio entrenador. A saber, Helguera subiría a la
media en busca de balón, y Celades podría descolgarse en beneficio de
Guti, para buscar más profundidad y enlace con Raúl y Ronaldo. Es la
duda que el mister mantendrá abierta hasta el final y que fue madurando
ayer a la velocidad del AVE.
Por efecto colateral, en la defensa madridista se emparejarán Pavón y
Samuel, con la tarea quirúrgica de cortar las alas a Fernando y Oliveira.
Peor infierno le espera a Mejía, si el chaval juega por Salgado, en la
faena de secar a Edu. Si no se funden los plomos del Ruiz de Lopera, el
partido promete espectáculo. Lo que no sabemos es qué tipo de
espectáculo. |