Mariano García
Remón no concentró ayer a la plantilla del Real Madrid, en contra de lo que era
costumbre en Camacho y suele serlo en tiempos de crisis. O bien el nuevo
entrenador entiende que los jugadores ya están concentrados (o reconcentrados) o
bien participa del viejo dicho: Si no puedes con ellos, únete a ellos. Como en
el trato a los adolescentes recomiendan compensar la exigencia y la concesión,
hoy se ha programado un entrenamiento a las diez de la mańana para desentumecer
músculos. Después, el equipo se trasladará al hotel Mirasierra Suites, donde
almorzará, echará la siesta y verá vídeos de su rival. Hora y media antes del
partido, la plantilla se trasladará al estadio.
El Madrid recupera para el decisivo encuentro de esta noche a Zidane, que jugará
con un vendaje especial para proteger su hombro derecho. Esta incorporación
devolverá a Raúl a la delantera (snif). Beckham, que sufría unas dolencias
estomacales (enfermedad de Ken Barbie), está restablecido y acompańará a Celades
en el centro del campo. Raúl Bravo volverá a disfrutar del banquillo y Roberto
Carlos ocupará el lateral izquierdo en busca del perdón del pueblo.
Los jugadores del Roma, que son una congregación de chicos Martini, llegaron
ayer a Madrid en situación de silenzio stampa, lo que significa que no hablan
con la prensa, quizá responsable de que sólo hayan ganado uno de los últimos
cuatro partidos que han disputado y de que Rudi Voeller haya salido de ese
banquillo corriendo, exactamente, como Camacho.
Al frente de los romanos viene Francesco Totti, apodado il pupone (el nińo
mimado), que se presentó con su bellísima novia, llamada Illari Blasi (Hilaria
Blasa, quizá), una modelo que estudia Periodismo, motivo que podría hacerla
víctima del silenzio stampa, no se sabe.
Totti, al que cada vez que abre la boca le escriben un libro de chistes, todavía
no ha renovado con el Roma y está llamado a ser el próximo galáctico del Madrid
si es que queda galaxia en junio.
Él y Cassano, dos talentos con la cabeza tipo turmix, son los mejores
futbolistas de un equipo en el que juega también el centrocampista francés
Dacourt, otro de los pretendidos por el Madrid durante esta pretemporada. El
mando del equipo se lo reparten con Panucci, un jugador que como lateral derecho
fue magnífico a ratos y que colaboró en la conquista de la séptima Copa de
Europa.
Ezio Sella, entrenador de guardia (tercer ayudante de Capello), no podrá contar
con Mexes, Chivu y Delvecchio. Mido (ex del Celta) podría ser una de las
sorpresas en la alineación romana, en sustitución de Cassano. Sella duda si
jugar con cuatro o cinco defensas.
Quien pierda esta noche acumulará dos derrotas y tendrá casi imposible la
clasificación para los octavos de final. Hoy se cruzan dos situaciones similares,
dos clubes dominados por sus estrellas. Son ellos los que deben hablar. Si lo
permite el silenzio stampa. |