18/09/2004
1-0: Al Madrid le abandonó la suerte en el Olímpico

Si bien es cierto que el Real Madrid no jugó un gran partido, no lo es menos que no mereció perder en el Olímpico de Montjuïc, porque el Espanyol no fue superior. Y es que la mala suerte, y un pésimo arbitraje, le condicionó durante buena parte de los 90 minutos. Primero, la lesión de Casillas en el calentamiento; luego, la de César, que tuvo que jugar más de medio encuentro lesionado. Más tarde, el doble penalti que desquició a los blancos, y, por último, una injusta expulsión sobre Samuel que cortó la reacción blanca. Demasiados obstáculos para un Madrid que no está en su mejor momento.
De salida, Camacho realizó una revolución en el once respecto al que jugó en Leverkusen. Hasta cinco cambios puso en juego. Curiosamente el técnico dejó intacta al grupo de contención –Casillas no jugó porque se lesionó en el calentamiento- y cambió a la parte realizadora, todos menos Ronaldo. A las ya conocidas ausencias de Zidane y Figo, por lesión, se unieron las de Raúl y Beckham.

El Madrid salió muy serio juntando más las líneas abriendo el campo con Solari por la izquierda, donde superaba a su compatriota Ibarra, y Juanfran por la derecha, bien en los primeros inicios. Helguera y Celades superaban a sus pares y la defensa no parecía tener demasiados problemas para parar a los Tamudo, Dani y Maxi. Las expectativas no eran malas y e hecho, el Madrid dominó el juego durante los primeros veinte minutos, aunque, también es cierto, que con una notable falta de pólvora en las botas e sus puntas, Owen y Ronaldo. Prueba de ello, es que el primer disparo blanco lo realizó Roberto Carlos en el minuto 10. Luego Owen, en el (21’) realizaba una sensacional jugada por la izquierda y su centro se le escapaba a Ronaldo por milímetros. Un minuto después, el propio Ronaldo disparaba flojo a las manos de Kameni. Sólo faltaba el gol.

¡Doble penalti!
Al Real Madrid se le comenzó a escapar el entramado cuando el árbitro Lizondo Cortés pitó un dudosísimo penalti en el área blanca que sólo él había visto. Lanzó Tamudo, a la izquierda de César, y paradón de portero madridista; ante el asombro de todos, el colegiado lo manda repetir por invasión del área. Vuelve a lanzar Tamudo, esta vez a la derecha, y nuevo paradón de César, que, además, se lesiona en la rodilla, aunque sigue en el terreno de juego. Todo el embrollo que se lió con esta larguísima jugada descentró a los madridistas que perdieron el mando del juego, que cayó en un toma y daca sin emoción hasta que en el minuto 41 Maxi resuelve con acierto un contraataque para el Espanyol, que se iba al descanso con una victoria momentánea inmerecida.

A por todas
Camacho quitó a Pavón, bajó a Helguera y puso a Guti en el centro para organizar el juego blanco. El Madrid mejoró en el juego y fruto de ellos fue un penalti, que dispuso al poco del inicio (49´). La máxima pena la lanzó Ronaldo y Kameni, en una buena intervención, evita el empate blanco. El técnico madridista puso más pólvora en el césped, con la entrada de Beckham, que se fue a la derecha al puesto de Juanfran, y Morientes, que saltó por un casi inadvertido Owen.

El Madrid llegaba con más peligro, pero también dejaba más espacios para los atacantes blanquiazules. Era un toma y daca sin cuartel. Pero volvió a aparecer Elizondo, que nefasto arbitraje, y se cargó la ilusión madridista al mandar a Samuel a la caseta por dos amarillas, ambas inmerecidas, porque la primera, por el penalti, no la tuvo que ver porque no existió la pena, y en la segunda la vio tras una falta de lo más normalito. Pero es que además, había perdonado la expulsión a Pochettino diez minutos antes tras una violenta entrada por detrás sobre Ronaldo. El Madrid siguió luchando, pero la carga a levantar era demasiado pesada.

19.09.2004 08:34 +0400
realmadrid.com