Imagine que hoy vuelve usted de un viaje
por la Luna y lo primero que le dicen es: Te invito mañana al
Espanyol-Real Madrid si adivinas qué equipo puede jugar con tres
centrales. Por mucho que haya estado expuesto a la ingravidez y todas
esas cosas, la pregunta le suena a aquella de ¿De qué color era el
caballo blanco de Santiago?. Usted se ríe y afirma: El Espanyol jugará
con Lopo, Soldevilla y Pochettino. En ese momento habrá arruinado la
invitación porque el que podría jugar con tres atrás es ¡el Madrid! Que
esa es una de las soluciones-parche que se barajan en el Bernabéu en
este momento de caos merengue, ténganlo por seguro. Y es que el partido
acabará como Dios, Kameni e Iker quieran, pero que hoy por hoy lo tiene
todo más claro el Espanyol que el Madrid, eso también. Lotina sabe
incluso lo que le falta: mejorar la salida de la pelota.
Pero lo demás lo tiene mejor resuelto: cuatro atrás, los de siempre más
el buen Ibarra; el mediocentro Ito acompañado de Iv dos puñales en la
banda, Maxi y Serrano, y Dani juntándose con Tamudo. Del Madrid se sabe
hoy que jugará Casillas. Pero, ¿con qué defensa? ¿Con qué mediocampo? ¿Con
qué ataque? ¿Con qué actitud, táctica, estrategia? Estamos ante un
partido tremendo del que sólo se sabe cómo va a jugar el Espanyol, pero
para nada qué va a hacer el Madrid. Los pericos, siempre fieles a la
memoria de Camacho, están ansiosos por ver cómo maneja su ex esta
situación. Ellos conocieron al que mandó al carallo a Fresnedoso aquella
tarde ante el Madrid B porque se acercó a la banda a decir que le dolía
un dedo. ¿Qué hará Camacho con los dolores de la galaxia? ¡Qué noche!
Porque, además, si el Espanyol gana se acuesta como líder. |