Arsene Wenger, entrenador
del Arsenal, mostró ayer su enfado por lo que considera una falta de
respeto propia de gente poco profesional: el bolo que jugó Brasil en
Puerto Príncipe, capital de Haití, el pasado miércoles y que llevaba el
nombre de fútbol por la paz.
Y es que el entrenador galo había concedido tres semanas de vacaciones a
Edu para que se recuperase de la Copa América, pero, sin entrenarse con
su equipo en toda la pretemporada, sí que participó en ese encuentro.
Que Edu jugase 70 minutos es una falta de respeto propia de gente poco
profesional. Desde mayo, el Arsenal no ha podido contar con Edu un solo
día entre partidos con Brasil y sus vacaciones. Vamos a realizar una
protesta formal a la Federación Brasileña porque es intolerable que esto
suceda, señaló Wenger.
Brasil tiene más de 200 futbolistas que podrían haber participado en un
encuentro ante un rival tan débil y al que le metieron seis goles
jugando al trantrán. Siempre he tratado de colaborar con las selecciones,
pero hay un momento en el que hay que decir basta, siguió el galo.
Además, Wenger mostró también su enfado por el hecho de que Gilberto
Silva también participase en el encuentro. El pasado domingo, ante el
Everton, tuve que sustituirle porque se lesionó en la espalda. Tuvo que
viajar a Haití, jugó el encuentro y ahora llega más lesionado. Es
intolerable. |