20/08/2004
BRASIL NO ESCUCHÓ A LULA, QUE PIDIÓ QUE NO GOLEARAN A HAITÍ

Todo salió como se esperaba, o al menos casi todo. El amistoso por la paz del pasado miércoles en Puerto Príncipe resultó todo un éxito y movilizó con el deporte como bandera blanca a la población de Haití, que por un día abandonó las armas. Pero el presidente de Brasil y promotor de la idea, Lula da Silva, esperaba otro resultado, nunca una goleada, y así se lo solicitó dos semanas antes al presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Teixeira.

Las estrellas brasileñas, sin embargo, ignoraron la petición de su presidente y ofrecieron la mejor versión de sí mismos. El partido finalizó con un contundente 0-6. Lula da Silva, conocedor del momento de tensiones que vive Haití, en guerra civil desde el pasado mes de enero, pretendía con su petición a Teixeira, por una parte, evitar posibles revueltas de la afición haitiana, así como dar una alegría a cuantos hinchas acudieran al estadio Sylvio Cator de Puerto Príncipe. No obstante, la goleada no acarreó altercado alguno y los haitianos, con banderas brasileñas, celebraron los goles de la canarinha como si fueran de su propia selección. Militares brasileños que se desplazaron a Haití para velar por la canarinha donaron material educativo y deportivo para los niños haitianos.

Una jornada sin incidentes
El amistoso por la paz se vivió intensamente en Haití desde el momento en que Brasil llegó a Puerto Príncipe. Una jornada de fiesta para un país en guerra civil que no registró incidentes reseñables, si acaso los propios de las aglomeraciones en las taquillas o en el desfile que ofrecieron los jugadores ante 150.000 personas. Un militar brasileño comentó que pasó miedo ante la posibilidad de que los aficionados se subieran a los tanques en los que iban los futbolistas, algo que no se produjo.

20.08.2004 08:26 +0400
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