Llegó la hora de la verdeamarelha. Brasil debuta
esta madrugada ante Chile en la Copa América, pero nadie, desde los aficionados
hasta el propio seleccionador canarinho, Carlos Alberto Parreira, ven a la
pentacampeona mundial como favorita para este torneo.Y es que las ausencias
voluntarias de varias piezas clave en el engranaje brasileño han provocado que
la Seleçao acuda a Perú con un equipo B, aunque como diría el Loco Gatti, capaz
de pintarle la cara a cualquiera en cuanto se descuide. Con las ausencias de
Roberto Carlos, Ronaldo, Ronaldinho, Cafú, Dida y Kaká, entre otros, Parreira ha
tenido que conformar una selección en la que destaca el goleador del Inter
Adriano, aunque no llega al torneo en un óptimo estado de forma.
Los Dudú, Diego, Vágner Love y demás no parecen interesar a los aficionados
peruanos, que sólo han comprado 20.000 de las 120.000 localidades puestas a la
venta de los partidos de Brasil, y hasta el propio Zagallo, ayudante de Parreira,
ha quitado presión a sus cachorrinhos quitándose la etiqueta de favorito: No
tenemos la obligación de ganar. Eso sí, el Lobo aulló oliendo un nuevo título
para su palmarés: Pero que no estemos obligados a ganar no quiere decir que no
vayamos a hacer todo lo posible por hacerlo. La gente va a disfrutar porque los
jugadores convocados para este torneo son extraordinarios, pero nos faltan
entrenamientos para ensamblar el equipo. Aún así, los brasileños somos ganadores
natos.
Para colmo de males, Brasil no podrá contar definitivamente para el choque ni
con Julio Baptista ni con Kleberson. La Bestia del Sevilla sufre un fuerte golpe
en su pie derecho, mientras que el del United sufre una contractura muscular.
Quien sí jugará es el gunner Edú, después de tirarse todo el año amenazando con
jugar la Eurocopa con Inglaterra ante el olvido por parte de su país natal.
Por su parte, Chile acude también a la Copa América enseñando el muestrario.
Sus estrellas (Salas, Navia, Maldonado...) están en casa y Juvenal Olmos tirará
de juventud para paliar las bajas.