El espontáneo de la barretina y la bandera del
Barça atiende en el mundo del espectáculo por Jimmy Jump y ayer cumplió su
amenaza de burlarse de Figo. Culé a tope, no le perdonará jamás su marcha al
Madrid, aunque se pasee con una foto en la que aparece junto al futbolista luso
y su esposa. Sucedió en la recta final del partido cuando este saltarín de
Sabadell, (Yo soy un saltador que busca la fama, dice a modo de autodefinición)
burló la seguridad del estadio de La Luz, corrió a lo Seitaridis, le tiró a Figo
su bandera azulgrana y acabó estrellándose contra la red de Nikopolidis: fue el
único objeto volante que entró en la red griega. Jimmy responde a una
filosofía muy concreta que se fundamenta en la cuna universal del saber estar y
saberse implicado en lo que se hace. Sí: está como una cabra y ejerce. Lo
conocimos una tarde en el Camp Nou, días después de saltar al campo para abrazar
al asturiano Abelardo, que acudía con el Alavés la temporada después de dejar el
Barça. Jimmy lucía una camiseta en la que se leía en catalán Pitu para siempre.
Entonces nos propuso que AS le financiara sus apariciones, pues le faltaba (y le
sigue faltando) patrocinador. Tú me ayudas, Guasch, y yo me tiro en cualquier
parte del mundo.
Lo hace sin ayuda. Lo de tirarse, digo. En cueros lo hizo en el último Salón
Gaudí, cuando desfilaban modelos de Lluís Juste de Nin, un amigo personal del
político catalán Carod-Rovira, que acababa de abandonar su cargo de conseller en
cap de la Generalitat y estaba presente en el salón. Jimmy ha sido espontáneo en
Montmeló (entrenamientos de un Gran Premio de F-1), en un partido de Gasol, ha
recitado poemas en Crónicas Marcianas y aparecido con más o menos éxito en
Operación Triunfo, A tu lado y Hotel Glam. Su sueño es llegar a Hollywood y
ganar un Óscar. Quiere ser famoso pero no como Tamara. |