La tensión volvió a ser ayer la protagonista del
entrenamiento del Real Madrid. Unos cuarenta aficionados presenciaron la
sesión de trabajo tras las vallas que protegen las instalaciones de la
Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Cuando los jugadores saltaron al césped, se
encontraron tras una de las porterías una pancarta de papel de unos 30
metros que decía textualmente: “Para vosotros putas y dinero, para nosotros
indignación y represión”. Estaba firmada por el Grupo Brócoli.
Mientras los madridistas realizaban las series de carrera
continua, los aficionados más radicales no dejaron de increparles. Entre
otros calificativos, recibieron los de “mercenarios”, “vividores”,
“sinvergüenzas” y “vagos”. Y les reprocharon la eliminación de Mónaco y la
derrota que sufrieron en el Bernabéu frente a Osasuna el pasado domingo.
Los vigilantes de seguridad que trabajan a diario en la
Ciudad del Fútbol se acercaron a los seguidores para solicitarles que
retiraran la pancarta, pero estos se negaron. Como estaban en la calle, los
guardias no pudieron quitarla, por lo que tuvieron que llamar a la Policía
Municipal de Las Rozas. Alrededor de las 11:30 (media hora después de que
diera comienzo el entrenamiento madridista) varios policías acudieron a las
instalaciones deportivas y pidieron a los radicales que descolgaran la
pancarta y despejaran la valla. En cuanto apareció la Policía, el grupo más
radical de aficionados se alejó de la zona. El resto accedió y ayudó a
quitar el cartel.
La semana pasada, después de la eliminación del Real Madrid
de la Champions League, Queiroz decidió que solamente pudieran acceder al
entrenamiento los medios de comunicación. Eso provocó el enfado de un
centenar de seguidores que quisieron entrar al recinto y no pudieron hacerlo.
Hoy, antes de partir hacia La Manga para concentrarse, el equipo trabajará
en Las Rozas y lo hará a puerta cerrada (para los seguidores y para la
Prensa). El técnico ya anunció que quiere la máxima tranquilidad para que
sus futbolistas trabajen sin presión añadida, por lo que todo indica que
esta medida será lo tónica habitual cuando vuelvan de la concentración en
Murcia.
Estuvo puesta 30 minutos
Cuando los jugadores del Real Madrid saltaron al césped de
la Ciudad del Fútbol ya encontraron la pancarta colgada en una valla que hay
justo detrás de una de las porterías que hay en el campo en el que se
ejercitan habitualmente. El propio Carlos Queiroz se acercó personalmente a
los vigilantes que trabajan diariamente en las instalaciones de la
Federación Española para solicitarles que dispersaran a los seguidores.
No dejaron de gritarles
A pesar de que, con la llegada de la Policía Municipal, os
aficionados más radicales se fueron, el resto de seguidores e quedó
presenciando la sesión de trabajo. Durante la ora y media que duró el
entrenamiento, los jugadores tuvieron ue escuchar todo tipo de gritos. La
mayoría de ellos ran descalificaciones, pero también hubo algunos que
animaron sus ídolos y que les pidieron que hagan un gran esfuerzo para ganar
el sábado al Atlético de Madrid.