Osasuna se llevó el triunfo y el
Valencia, el liderato. Valdo, Pablo García y Moha dieron la victoria al conjunto
navarro, que cuajó un excelente encuentro en el Bernabéu. La derrota en Mónaco
pesó en lo moral y en el ambiente. Ronaldo cayó lesionado y dejó a los de
Queiroz sin mordiente ante un Sanzol impecable. Los madridistas lo intentaron
todo, pero sin suerte. A falta de seis jornadas, el equipo ya no depende de sí
mismo para alzarse con el título. Y el sábado espera el derbi.
El Madrid saltó tocado y al minuto
de juego, con el gol de Valdo, quedó medio hundido. El Bernabéu, por su parte,
pasó de frío a helado. Hasta cierto punto era normal. Si el panorama se
presentaba complicado ante uno de los equipos que mejor fútbol hace en primera,
y que ha puntuado en el campo de todos los grandes, ese mazazo inicial hacía aún
más difícil salvar el partido y el liderato. Algún aficionado pesimista debió
pensar que ya nada peor podía pasarles. Se equivocaba.
44 minutos después, el equipo se marchaba al descanso con 0-2 en contra y sin
Ronaldo, lesionado (24’). En esos minutos, Pablo García había encontrado la
inspiración (y la suerte) que le había faltado a los delanteros madridistas. No
es que tuvieran muchas ocasiones, la verdad, porque Osasuna se defendió con
mucho criterio, pero en las pocas que hubo, la fortuna esquivó a los madridistas.
Moha sacó un balón en la raya, Raúl y Roberto Carlos erraron dos remates
clarísimos con la cabeza (de los que nunca fallan) y Beckham envió rozando el
travesaño un precioso disparo desde el centro del campo (de los que nunca se
marcan). Si hubiera entrado...
Sin
fortuna
Otro día quizá, pero no éste, porque nada podía salir bien en esta noche aciaga.
Y aunque el Madrid saltó con otra cara en la segunda parte, tuvo claras
ocasiones a pies de Salgado y Figo, e incluso reclamó un penalti sobre Guti, fue
el Osasuna quien marcó en un lance afortunado: un despeje de Sanzol ante Guti
que cayó en los pies de Valdo, que asistió a Moha. Y partido sentenciado.
Las pocas esperanzas que quedaban, se diluyeron como el azucarillo en el agua.
Aunque el Madrid lo intentó hasta el final. Se anuló por fuera de juego un gol
legal a Zidane y Roberto y Raúl rozaron el tanto, pero sin éxito. La noche (y la
gloria) eran de Osasuna, que cuajó un sensacional encuentro con el que se mete
en puestos de UEFA. El Madrid cede el liderato al Valencia, que ganó en Zaragoza.
Ya no dependen de sí mismos aunque quedan seis finales. Y la primera es un derbi.
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