La respuesta táctica de Carlos Queiroz a la baja
forzosa de Ronaldo ha sido realmente enrevesada. Sólo una vez en cuatro partidos,
frente al Zaragoza en Liga, se decidió por alinear a un ariete puro como es
Portillo para suplir al brasileño. Y el chaval cumplió, pues marcó un gol que
sirvió para el empate. Sin embargo, ni antes con el Bayern, ni después en la
final de Copa y en San Mamés, ofreció a este 9 de claro perfil goleador más
opciones que las miguillas de seis y tres minutos de lucimiento en estos dos
últimos partidos.Queiroz no ha dado a Portillo la oportunidad que merecía
como suplente natural de Ronaldo. Se entiende que con la marcha de Morientes, el
delantero de Aranjuez estaba llamado a sustituir a Ronie cuando fuera oportuno.
Pero no lo ha decidido así el entrenador, siendo fiel a su desconfianza en la
cantera. De tal manera, el elegido como titular en los cuatro encuentros fue
Solari, obligando a Raúl a jugar como 9 sin encontrarse en condiciones óptimas
por un esguince de tobillo.
Portillo se encontraba en plenitud de facultades para haber jugado ante el
Bayern. Pero Queiroz no arriesgó. Sacó a Solari y también a Raúl, que reaparecía
con carácter de urgencia dolorido en un tobillo. Quizás este esfuerzo del
capitán le ha pasado factura en los dos partidos posteriores (la final y Bilbao),
en los que ha jugado claramente mermado físicamente.
Portillo tuvo su oportunidad ante el Zaragoza, en el Bernabéu. Y marcó su
golito. Culminó como buen nueve un remate de cabeza impecable. Pero no le valió
para ser titular en Montjuïc. En la final, Queiroz no quiso salir con dos
delanteros (Raúl de enlace y Porti en punta haciendo de Ronaldo), sino que
volvió a confiar en Solari. Y fue inflexible en su planteamiento hasta el minuto
84, cuando se decidió a meter al ariete en lugar de Solari. Demasiado tarde.
Queiroz culminó su desconfianza en Portillo con un gesto abstracto en San
Mamés. Iba perdiendo el Madrid 4-2 y le metió en el campo en el minuto 87,
cuando era prácticamente imposible remontar. Sin ninguna duda, Portillo ha sido
poco menos que enterrado por su entrenador mientras que Ronaldo ha causado baja.