Muchas noticias. A saber: juega
Ronaldo, a pesar de que tenía una contractura o estaba contraído, o contrito, no
quedó claro. El delantero ha confesado que descansa más en los partidos que
cuando le dan descanso, a lo que no hay nada que replicar.
Y no sólo jugará Ronie, sino que
ayer estuvo concentrado con el resto de sus compañeros, lo que significa que
quizá por primera vez en su vida nuestro héroe ha dedicado una noche de viernes
a ver el Un, dos, tres. Es una incógnita el efecto que puede producir Chicho (y
las azafatas) en su complejo cerebro. Si hoy llega el hat-trick o similar habrá
que recuperar los viejos vídeos de Kiko, Mayra y Estadella, aunque quizá
convendría censurar a La Bombi.
Queiroz (otro complejo cerebro) ha
decidido concentrar al equipo por primera vez esta temporada por razones
“fisiológicas y técnicas”. Cada vez que el entrenador del Madrid habla con la
sana intención de no decir nada activa nuestra truculenta imaginación.
El enigmático míster no podrá
contar hoy ni con Zidane (lesión), ni con Helguera (sanción) ni con Pavón (?),
que ha desarrollado una extraña dolencia que primero ha sido descanso activo,
luego sobrecarga muscular, y últimamente, pubalgia.
Así las cosas, parece que el
canterano Mejía formará pareja con Raúl Bravo, siempre y cuando el entrenador no
nos sorprenda con alguna peculiar combinación (pienso en Borja). Quizá para
darle emoción al asunto, en el banquillo no habrá ningún defensa puro presto
para el relevo. Y no nos sorprende mucho: ya le dijo Queiroz a Roncero que la
cantera no es una ONG ni el Circo de los Muchachos.
En el doble pivote del Madrid
volverán a jugar Beckham y Guti (ambos in crescendo), pareja con más capacidad
de trabajo y organización de lo que parece. Solari, muy entonado en los últimos
partidos, ocupará el lugar de Zidane.
El Villarreal se presenta en el
Bernabéu como tapado del campeonato, sexto en la Liga. Y el equipo está tan
crecido que se presagia una alineación poco menos que galáctica, con Guayre,
Riquelme, José Mari, Víctor y Anderson, todos ellos desplegados de cintura para
arriba y todos ellos buenísimos. Sin olvidar a Belletti, homérico lateral que
demuestra que el dos puede ser otra cosa que un minero que pone bien una de cada
siete. Añadan a esto muchos jugadores del Boca y obtendrán un corcel con dientes
de cocodrilo.
En cierto modo, es como si se
hubiera corrido la voz de que al Madrid le llega cualquiera y los equipos en
lugar de sacar el autobús sacan las metralletas, actitud que nos depara
fantásticos partidos aunque mina la salud mental de Casillas. También se ha
debido correr la voz de que al Madrid, después de acampar en el alambre, no le
puede quedar mucha suerte.
Cuenta pendiente. Benito
Floro, que nunca ha ganado en el Bernabéu (como entrenador foráneo, claro), ha
avisado en las vísperas que viene a hacerlo y lo dice tan serio que deber ser
verdad. Además de la motivación de la victoria, Floro siempre se ha quejado de
que su trayectoria en el Madrid nunca fue suficientemente valorada. Y quizá hoy
quiera saldar algunas deudas. Ya saben: “Me lo merezco”. Lo inventó Míchel.