Real Madrid y Sevilla hicieron valer su condición de locales y encarrilaron su pase a las semifinales de la Copa del Rey después de infligir un duro correctivo a Valencia (3-0) y Atlético de Madrid (4-0) respectivamente.

En el duelo de 'Champions', el equipo blanco recurrió al efecto talismán de su estadio, donde ha ganado todos los partidos de la presente temporada, para doblegar al actual líder del campeonato por un resultado contundente y excesivo para los méritos de ambos y que obliga al Valencia a una proeza en Mestalla.

Ambos clubes interpretaron sus papeles en el Bernabéu. El Valencia ofreció en la primera media hora la solidez de su conjunto, trabajado tácticamente por Benítez hasta en los pequeños detalles, y el Madrid su desorden habitual y desconfianza por la talla del rival y las dudas que suscita su juego.

Sólo los clamorosos errores de Mista en el remate impidieron al cuadro ché adelantarse en el marcador. Por contra, en la primera gran jugada del Madrid llegó su primer gol local gracias a un sensacional cabezazo de Raúl, que volvió a echarse el equipo a la espalda.

En la segunda mitad, no cambió en exceso el panorama aunque el Madrid supo contener mejor al Valencia gracias al pundonor de sus jugadores, especialmente Solari, que derrocharon una energía infrecuente.

El partido deambulaba hacia su final, pero todavía había tiempo para que Ronaldo reclamara su cuota de protagonismo. El brasileño, después de una jugada de Figo, firmó el segundo tanto demostrando toda su frialdad dentro del área. El 2-0 era renta importante para los blancos, pero logró ampliarla merced a un discutido penalti que transformó Figo a cinco minutos del final.

Entonces sólo quedó tiempo para la expulsión de Beckham y Albelda por doble amarilla, que se perderán el encuentro de vuelta, en el que el Valencia deberá recurrir a todo su arte para intentar hacerle al Madrid al menos tres goles para seguir soñando con las semifinales.

PALIZA HISPALENSE.

En el Sánchez Pizjuán, Gregorio Manzano pagó caro su apuesta de jugar con los menos habituales y dejar en el banco a Ibagaza y Torres, sus dos estiletes en este comienzo de año, y sufrió la derrota más dura de la temporada, que le deja a expensas de un milagro en el Calderón.

El Sevilla le infligió un duro correctivo al Atlético gracias a una mayor intensidad en el juego y al acierto de sus jugadores. Los hipalenses aprovecharon diez minutos de desconcierto rojiblanco para perforar hasta en tres ocasiones la meta de Burgos.

Diez minutos de locura sevillista y de acartonamiento rojiblanco permitieron a los de Caparrós encarrilar la eliminatoria, con la inestimable ayuda de Burgos, poco afortunado en sus intervenciones.

Primero el uruguayo Darío Silva, cinco minutos después Reyes y finalmente Alfaro colocaron el 3-0 en el marcador en sólo 28 minutos de juego.

El castillo de naipes propuesto por Manzano se deshacía ante el nervio local. En la segunda mitad, el jienense tuvo que echar marcha atrás y recurrir a Torres e Ibagaza. El delantero disfrutó de la mejor ocasión rojiblanca y más tarde el argentino disparó al palo, pero ni con eso se levantó el Atlético.

Al contrario, el renombrado Baptista apuntilló el partido y la eliminatoria en el último cuarto de hora con un gol de falta directa.

El brasileño cerró el festival goleador y permite al Sevilla volver al Calderón dentro de una semana con todas las opciones de alcanzar las semifinales.

MADRID, 22 (EUROPA PRESS)