El entrenador portugués sólo da descanso a Zidane. Figo es baja por lesión y
Ronaldo empezará en el banquillo. El Leganés no descarta la sorpresa
Me pongo científico
y le pregunto a un gran conocedor de Leganés (ritos y costumbres) cómo es la
idiosincrasia de ese pueblo y el interpelado me contesta que Leganés no tiene
idiosincrasia, un poco ofendido. Esta respuesta, que me está bien empleada, por
preguntar estupideces, define en cierto modo a una de las ciudades que componen
el cinturón sur de Madrid, entrañables localidades que tienen en común que si
vas por la M-40 y te pasas la salida correcta (sur, norte, este,
sudeste-noroeste, polígono industrial, etc) es fácil que jamás alcances tu
destino.
El Club
Deportivo Leganés se fundó en 1928 y desde entonces fue conocido como el
club pepinero. Reincido y pregunto a mi erudito amigo por el origen de tan
peculiar apodo y él me explica que “parece ser que en aquella época había
muchos huertos de pepinos, ya no”. Concluyo que hay que disfrutar de la
amistad sin preguntar demasiado.
Leganés es hoy
en día una equilibrada ciudad de 180.000 habitantes (50,13% mujeres y 49,87%
hombres) y su equipo de fútbol tiene un presidente, Jesús Polo, que, más que
equilibrado, es ambidiestro, es decir, socio del Real Madrid y del Atlético.
A condición de mantener la presidencia, Polo vendió la mayoría de sus
acciones al argentino Daniel Grinbank, empresario acaudalado como bien
indica su apellido (Banco Verde, en traducción libre). Como consecuencia de
esta venta, el club se argentinizó, hasta el punto de que no se descarta que
las rayas azules de la camiseta se hagan cada vez más claritas. Tal vez
esperando este momento, son muchos los argentinos que acuden al estadio de
Butarque. Producto de esta fusión porteño-pepinera ha nacido la peña
Cucumbers (pepinos, en inglés).
Valga este
breve repaso para decir que el Leganés recibe hoy al Real Madrid en los
dieciseisavos de final de la Copa del Rey, máxima expectación, podría hasta
llenarse el campo (nunca lo ha hecho). Los locales confían en que los nueve
argentinos que serán titulares intimiden a Beckham, cuyas relaciones con los
conos son fantásticas excepto con el cono sur. Los únicos españoles en el
Leganés serán Borja (el que marca los goles) y Txiki.
El Madrid
desconfía, o eso dice Queiroz, que no se sabe si no se fía del rival o de
sus canteranos. Sólo faltan en la convocatoria Zidane (descanso) y Figo (contractura).
Ronaldo estará en el banquillo de inicio, Raúl y Portillo, serán la pareja
de ataque, Solari jugará por la izquierda y Miñambres por la derecha. César
será el portero, es una incógnita si alguien se encandenará a sus postes.
Aunque no lo
parece, puede pasar de todo, como suele ocurrir cuando hay copas de por
medio. El Leganés es un equipo con suerte: ha bajado dos veces a Segunda B y
ha sido repescado en ambas ocasiones por las deudas ajenas. Además tiene un
portero que se apellida Leyenda, que se habrá pasado la vida esperando una
noche como esta, penalti detenido a Beckham en el último minuto, el titular
ya escrito: Pepinazo de Leyenda.