Partido perfecto para que le
sobrevenga al Madrid una grave flojera competitiva o dicho llanamente una
cogorza melonera. Viene de ganar al Atlético y de vencer en el Camp Nou, dos
victorias fastuosas. El equipo se siente invencible, admirado por el mundo.
Después del partido contra el Barcelona, hasta Queiroz fue elogiado por un
diario lisboeta, que tituló en portada: “Esta es tuya, Carlos”. Si les digo que
el periódico se llama A Bola la cosa se entiende un poco mejor. Pero no deja de
ser preocupante.
El Madrid se juega esta noche la
primera plaza de grupo, la que le permitiría jugar en el Bernabéu el segundo
partido de cuartos. Como ganó en Oporto 1-3 le bastaría con perder por la mínima
o incluso por dos goles de diferencia (concretamente 0-2 y 1-3), siempre y
cuando los portugueses no lograran más de tres tantos.
Permítanme un inciso: cuántas
parejas no se habrán roto intentando él explicarle a ella el valor doble de los
tantos conseguidos fuera de casa: “Cari, no te vayas, por favor, que es muy
fácil... si el fuera de juego ya lo tienes casi pillado”. Y ella, durísima: “Que
me dejes en paz, que no me interesa, y vete a ver el maldito fútbol a casa de tu
madre, de donde nunca debiste salir”. Si hay gente que se querella contra las
compañías de tabaco no veo por qué no se puede denunciar a la UEFA. Por lo menos
que avise: “El fútbol puede afectar al amor. Juegue con moderación”.
Habrá a quien le parezca
descabellado especular con una derrota del Madrid, pero la conjunción de
antecedentes positivos suele anunciar una catástrofe esplendorosa. Tal vez por
ello, Queiroz rotará, pero poco. Se quedan fuera de la convocatoria Raúl e Iván
Helguera. También César sustituirá a Casillas en la portería. Solari le tocará
hacer de Raúl. La situación de Beckham, a una tarjeta de la suspensión,
recomendaría igualmente un descanso, pero eso nos deja un doble pivote con
Cambiasso y Borja, que no digo que este mal, pero acongoja un pelín, así que
jugará el inglés.
Sin embargo, en mi modesta (y
molesta) opinión Queiroz debería atreverse con todos esos cambios porque sólo si
los vemos sobre el césped descubriremos lo que esconde el banquillo, hay quien
teme que absolutamente nada. Completan la convocatoria para el partido Mejía,
Jordi y Jurado, este último lo más diferente y genial de la nueva ola. El Oporto
llega de la mano de Mourinho, curioso personaje que se ha ido endureciendo con
el paso del tiempo y la lejanía de Robson. Liderando el equipo portugués viene
Deco, pequeño gran futbolista. Para ellos es más que un partido, es un desafío
histórico. Para Ronie es otra fiesta.