Rivaldo dejó de ser ayer jugador
del Milán. El club rossonero, tal y como había adelantado el pasado fin de
semana, rescindió el contrato del brasileño, cuyo destino parece estar en el
Chelsea, según desvelaron tanto el propio jugador como fuentes del cuadro
londinense.
Que Rivaldo iba a marcharse del
Milán era vox populi. El brasileño jamás ha encajado en el sistema de juego de
Carlo Ancelotti, entrenador milanista, y éste apenas le ha dado minutos en la
temporada y media que el jugador ha estado en Italia para demostrar su calidad.
De hecho, la pasada temporada jugó sólo en 22 partidos (15 de ellos como titular)
para anotar cinco tantos, mientras que en ésta sólo jugó los últimos minutos de
la Supercopa de Italia ante el Oporto, lo que hace que el brasileño no pueda
participar esta temporada en competición europea con otro club.
Rivaldo ya intentó desligarse del
Milán el 26 de septiembre, pero la intervención personal de Adriano Galliani,
vicepresidente milanista, convenció al ex barcelonista para quedarse al menos
hasta enero en el club por ver si su situación mejoraba, pero no ha sido así.
De hecho, la plaza que liberó
Rivaldo al darse de baja en el club ha sido ocupada por Ignazio Abate, hijo de
Beniamino, ex portero del Inter, y considerado por la Prensa italiana como el
nuevo Donadoni.
Ahora, falta esperar a que se abra
el mercado de fichajes de invierno, el próximo 1 de enero, para ver si el idilio
que han mantenido en la distancia el Chelsea y Rivaldo se concreta. Abramovich
considera al brasileño una pieza fundamental para terminar de ensamblar su
Superchelsea y el jugador no ha ocultado sus deseos de militar en el club
londinense, pero el Liverpool también anda por medio intentando convencer al
brasileño para que prefiera red antes que blue.
AS