El Real Madrid tiene una facilidad asombrosa para ganar los partidos sin merecerlo. Al menos, sin jugar mejor que el contrario. El partido ante el Olympique fue un ejemplo más de la contundencia madridista (1-2), que ha sumado a su arsenal un nuevo recurso, los golpes francos de David Beckham.

Así ganó el partido en Marsella. Sin absolutamente nada más, ni una mísera ocasión que llevarse a la boca. Del Olympique se pueden contar cuatro o cinco, alguna demasiado clara, pero estos equipos sí que perdonan. El Madrid, casi nunca lo hace. Ni siquiera se inmuta cuando se ve acorralado y ruge la grada como lo hizo el Velodrome. En todo caso, rescata la pelota, la mueve en el centro del campo (sin correr demasiado, eso sí) y espera su ocasión. Es como un depredador. Sólo se despereza si lo necesita, no vaya a ser que se quede sin fuerzas.

En la primera parte no lo necesitó. Será por eso que no tuvo ocasiones ni disparó a portería. El Olympique fue más fogoso, le echó más arrestos al partido y en diez minutos fue capaz de llegar hasta tres veces con peligro. Drogba y Mido se movieron con soltura entre los centrales blancos, pero se precipitaron y no estuvieron acertados en el remate. Cuando se veía agobiado, el Madrid respondía siempre de la misma forma: agarraba la pelota, más que nada para quitársela a los fraceses, y si veía especios progresaba. Si no, a esperar.

De esta forma se aproximó al área francesa en la primera parte. Primero lo intentó Figo, pero apenas sacó ni un mísero centro peligroso. Un par de córners a lo sumo. La izquierda tampoco ofreció mucho más, pero al menos un envío de Roberto Carlos sirvió para forzar una falta de Ronaldo en la frontal. Agarró la pelota Beckham y el Velodrome se echó a temblar. Y quién no. El inglés le pegó de una forma asombrosa y la pelota fue a parar a la escuadra del portero gracias a un doble efecto de derecha a izquierda y de arriba a abajo. Moldear más la pelota es imposible. Un golazo con regalo: el gol 600 del Madrid en la Copa de Europa.

Por delante sin hacer nada Como quien no quiere la cosa, el Madrid se fue al descanso con ventaja en el marcador. En el segundo tiempo los franceses salieron con energías renovadas y se repitió el guión, aunque con más espacios para los madridistas. Esta vez el Olympique sí dio con la portería en un desacierto de la defensa blanca que aprevechó Mido para empatar el partido.

Fueron momentos de agobio para el Real Madrid, que se armó de paciencia y aplicó la misma receta para liberarse de la presión. Pero esta vez lo hizo como no es capaz de hacerlo ningún equipo en el mundo. La jugada surgió en una recuperación de Beckham en la zaga, que fue al cruce cual experiementado defensa central. Sacó la pelota por el costado derecho, Figo cambió con rapidez el juego hacia Zidane y éste, con agilidad, envió en profundidad a Raúl. El delantero miró de reojo el desmarque de Ronaldo al primer palo y ahí puso el centro. No hace falta alargarse más. Gol del brasileño y partido finiquitado. Los cinco 'galácticos' entraron en acción y explotó la Supernova. Fuegos artificiales en Marsella.

Así de simple. Sin disparar a portería, incluso con indolencia en muchos momentos, el Madrid se llevó el partido y dejó casi sentenciado el primer puesto en el grupo F. Tendría que perder por tres goles ante el Oporto para ser segundo. En los minutos finales Queiroz quitó a Roberto Carlos, que se resintió de su lesión en el primer minuto de juego (lo que no significa que le diera descanso). Se vio una parada sensacional de Casillas tras un par de errores garrafales y Zidane se llevó la ovación de la noche por parte del Velodrome. Además de constatar que Beckham es el jugador que más trabaja de este equipo.

 Ficha técnica

1 - Olympique Marsella: Runje; Meité, Van Buyten, Christanval, Ecker; Meriem, Celestini, Hemdani, Vachousek (Sytchev, m.72); Mido (Fernandao, m.82) y Drogba. 2 - Real Madrid: Iker Casillas; Míchel Salgado, Helguera, Raúl Bravo, Roberto Carlos (Solari, m.83); Beckham, Cambiasso; Figo, Raúl, Zidane (Guti, m.86); y Ronaldo (Rubén, m.94). Goles: 0-1, M.35: Beckham. 1-1, M.63: Mido. 1-2, M.73: Ronaldo. Arbitro: Anders Frisk (Suecia). Amonestó a Vachousek, Incidencias: Partido de la quinta jornada del grupo F de la primera fase de la Liga de Campeones disputado en el Velodrome ante unos 60.000 espectadores.

de MARCA