Las cosas no ruedan bien en la
selección brasileña pese a que comparta con Argentina el segundo puesto de las
eliminatorias suramericanas para el Mundial 2006 que lidera Paraguay. Ayer, el
diario argentino Olé se hacía eco de la polémica surgida tras la información
publicada en Brasil por el deportivo Lance. Ronaldo era el protagonista del día.
Según reveló la publicación brasileña, el delantero madridista no está conforme
con cómo juega la selección canarinha, además de con el rendimiento de alguno de
sus compañeros de vestuario.
Ronaldo mostró su disgusto en una
conversación telefónica con Adriano, delantero del Parma, horas después del
empate a tres goles cosechado en el estadio de Curitiba ante la selección
uruguaya. Ronaldo se confesó precisamente con uno de los jugadores que rivalizan
con él por llevar el número 9 de la selección pentacampeona del mundo. “Ronaldo
se quejó de algunos jugadores. Especialmente de la defensa, como lo hizo todo el
país. Y de Rivaldo”, reveló el propio Adriano al periodista Paulo Vinicius
Coelho.
Según la información, el jugador
madridista se quejó de que se siente “muy solo” en el ataque de la selección, y
de que Rivaldo, en muchas ocasiones, se queda demasiado tiempo con el balón.
Según Coelho, la preocupación de Ronaldo se centra fundamentalmente en los
errores del esquema diseñado por Carlos Alberto Parreira.
Menos goles marcados. El
seleccionador canarinho. dejó a Ronaldo aislado como “el único delantero real”
de Brasil en el partido disputado ante los uruguayos. El analista deportivo
recuerda que desde que Parreira se hizo cargo de los mandos de la selección
brasileña, ésta sólo ha marcado 15 goles en 12 partidos, un flojo bagaje
teniendo en cuenta el tremendo arsenal ofensivo con el que cuenta el fútbol
brasileño.
Ese balance contrasta claramente
con los números ofrecidos por Brasil durante el Mundial disputado en 2002 en
Corea del Sur y Japón. En aquel campeonato, en el que los brasileños
conquistaron su quinto trofeo, la canarinha marcó 18 goles en siete partidos
disputados, ocho de ellos con la firma de Ronaldo. Los números, sin duda, no
juegan a favor de Parreira.