El ambiente comienza a normalizarse
en los campos de entrenamiento de la Ciudad del Fútbol de las Rozas. Carlos
Queiroz pudo trabajar ayer con todos los internacionales que tenía repartidos
por medio mundo a excepción de los argentinos (Solari y Cambiasso), que llegaron
a primera hora de la tarde de ayer y a los que el club decidió dar descanso. Por
tanto, los galácticos volvieron a reunirse dos días antes del encuentro ante el
Albacete, incluido Ronaldo, que apareció en el entrenamiento por sorpresa
después de haber aterrizado en Barajas a las siete de la mañana.
Ambiente distendido, sonrisas,
abrazos y confesiones de última hora centraron el reencuentro de los cracks. Por
su parte, Queiroz se encargó de pulir el aspecto anímico. Por eso dirigió una
charla de cinco minutos a todo el grupo antes de que comenzara la sesión. El
cambio necesario de chip para afrontar con garantías el choque de mañana frente
al Albacete fue el núcleo de su discurso.
Por partes. Queiroz dividió a sus
hombres para el entrenamiento. Ronaldo se limitó a trotar durante 20 minutos y
se fue a casa a dormir. Raúl, Ronaldo, Salgado y Helguera se ejercitaron durante
media hora sobre el campo para seguir luego con trabajo de gimnasio. Otros
internacionales, como Guti, Casillas o Raúl Bravo (que ensayó en el lateral
izquierdo), completaron la sesión con el resto de jugadores, incluido Portillo,
que ayer se reintegró al grupo tras recuperarse de su esguince de tobillo.
Lo que ya parece claro es que
Roberto Carlos está totalmente descartado para jugar mañana. El brasileño ha
visto como el cuerpo médico del Real Madrid le frenaba en su intención de
disputar el encuentro. Los galenos han entendido que era innecesario correr
tanto riesgo.
Raúl Bravo por Roberto
La opción más probable que utilice
Queiroz ante la baja del Roberto Carlos es sustituir al brasileño por Raúl Bravo
y colocar a Helguera en el eje de la zaga junto a Pavón. Cambiasso acompañará a
Beckham.
La prueba para Rubén
Queiroz tiene una segunda opción,
dar a Rubén la posibilidad de quitarse la espina de Sevilla y alinearlo como
central junto a Pavón. De esta manera, no tendría que mover a Helguera del
centro del campo.