El Valencia se sitúa como líder de Primera división al aprovechar la derrota del Deportivo en Pamplona y tras doblegar por 2-0 a un Real Madrid que volvió a dar la imagen frágil y descompuesta que ofrece últimamente cuando juega lejos del Bernabéu. Mista, a los cuatro minutos, y Oliveira, a falta de un cuarto de hora, no sólo sentenciaron al actual campeón, que en ningún momento dio sensación de poder plantar cara a un Valencia que fue superior en todas las facetas del juego, sino que volvieron a evidenciar la fragilidad de la defensa madridista.

El conjunto blanco, además, se quedó sin marcar un solo gol por primera vez esta temporada -en Liga no le ocurría desde el pasado 10 de mayo, cuando empató a cero en Huelva ante el Recreativo-, mientras que sumó su primera derrota liguera desde el 4-2 sufrido en Anoeta el pasado 13 de abril.

La primera y la última media hora fueron del Valencia, que tenaz en defensa, suelto a la contra y con una gran fortaleza física impidió que el conjunto madrileño, que acusó la ausencia de Raúl, creara una sóla ocasión de gol de verdadero peligro. Además, los de Benítez se encontraron pronto con el gol gracias a la intensidad que puso en el juego durante los primeros minutos, con una serie de acciones trepidantes conducidas siempre por Pablo Aimar. Bien pronto, en una de ellas el jugador argentino encontró sólo en la banda a Jorge López, que puso en balón en el área pequeña para que Mista lograra un buen gol.

El Valencia siguió apretando hasta que perdió a Aimar
No bajó la guardia el Valencia, que mantuvo el ritmo inicial, al menos hasta los veinte minutos de juego, es decir, hasta que se lesionó Aimar, quien a pesar de no poder participar, todavía estuvo en el césped diez minutos más.

Fue entonces cuando apareció el Real Madrid, que empezó a hacer suya la pelota, especialmente de Zidane y Figo, aunque sin llegar con peligro a la portería de Cañizares. Se jugaba cada vez a menos velocidad y Valencia era el gran beneficiado del 'tempo' del partido. De hecho, un cabezazo de Raul Bravo al cuarto de hora fue la mejor acción de ataque de los madridistas hasta el descanso, ya que el Valencia se mantenía muy ordenado atrás y obligaba a su rival a dar vueltas y vueltas para encontrar un hueco por el que crear peligro.

Más era la sensación de potencial ofensivo que transmitía el equipo local, sobre todo en salidas al contragolpe y cuando el balón llegaba en condiciones a sus dos hombres de banda, Jorge López y Vicente, que lo ponían con criterio en el área de Casillas, aunque no hubo opciones claras para el Valencia, salvo una galopada del recién incorporado Oliveira, que lanzó el balón fuera.

Más alternativas e imprecisiones tras el descanso
Tras el descanso, el juego fue mucho más confuso, con más alternativas, pero también con más imprecisiones. El Real Madrid no había salido con decisión a buscar el empate, carecía de argumentos, pero se aprovechaba de que el rival, tras la marcha de Aimar, era mucho menos Valencia, sobre todo en ataque.

Daba la impresión de que el Real Madrid confiaba en que la calidad de sus jugadores iba a ser suficiente para resolver el partido, pero enfrente había un equipo muy compacto, con mucho espíritu de sacrificio y consciente de sus posibilidades. Sin embargo, llegaba más el cántaro a la fuente de Casillas que a la de Cañizares y en una triple opción de Oliveira, Baraja y nuevamente Oliveira, el brasileño marcó su primer gol en Mestalla y llevó el 2-0 final.

Quedaban veinte minutos de partido, una afición entregada, un equipo crecido y otro con urgencias, por lo que el encuentro estaba para el conjunto de Mestalla a pesar de que los jugadores visitantes pusieron algo más de empeño que hasta entonces. El Valencia recuperaba bien en su línea medular y salía con peligro al contragolpe, por lo que dio la sensación de que el tercer gol estaba más próximo que el tanto madridista.