Cuando el nuevo Barça le preguntó
este verano a quién ficharía, contestó que a Ayala, Albelda y Aimar. Y que si se
quedaban sin dinero para más refuerzos, no importaba. Con esos tres valía para
empezar la reconquista. No le hicieron caso y se fueron a por Ronaldinho, pues
lo vieron más mediático. Y a por Rustu, Márquez, Mario, Quaresma y otros que
median poco, la verdad. Un mes de Liga ha demostrado que él tenía razón. Que
Ayala al margen (no ha jugado, pero sabemos lo que puede dar de sí), fichar a
Albelda y Aimar suponía inyectarle calidad y personalidad al mísero Barça. El
hizo cosas raras, como fichar a Korneiev y Escaich. Pero normalmente acierta:
Laudrup, Stoitchkov, Koeman... El es Cruyff, claro. Ellos, Laporta, Rosell y
compañía. Están más puestos en catalanismo que en fútbol, obviamente.
Aimar es un futbolista por el que
Valencia y Madrid volverán a pelearse. Es el relevo natural de Zidane y si no,
al tiempo. El partido que jugó Albelda fue descomunal. Se trata de dos
futbolistas sobre los que armar un equipazo; lo que es el Valencia. Porque no
sería justo quedarnos en que el Madrid jugó mal. La noticia en Mestalla fue que
el Valencia jugó muy bien. Esta es la Liga de los Ases y al Madrid de los
Zidanes y Pavones les pillará el toro más de una vez.
Gloria al Valencia líder y
reflexión desde la más absoluta serenidad en el Madrid. Yo también creo que
Queiroz se equivocó quitando a Guti, por cierto. Pero da igual. El Madrid
palmaba ayer con Di Stéfano. Tan seguro como que su modelo, la filosofía, valen.
Lo que no se inventó es ganar siempre. Y más si el rival lo borda como anoche lo
bordó el Valencia. Felicidades, Benítez.
as.com