ELMUNDODEPORTE.- El Real Madrid inició su andadura en la Liga de Campeones 03/04 regalando un espectáculo de fútbol y goles a todos los aficionados. El Olympique de Marsella plantó cara de la forma más digna posible aunque acabó cediendo por 4-2 ante el vendaval que le vino encima.

Hacía mucho tiempo que en el Bernabéu no se veía en alguna de las liguillas de la 'Champions' un partido con el ritmo y la espectacularidad del juego del disputado por madrileños y franceses. Normalmente estos encuentros siguen un mismo guión: el equipo visitante planta el autobús delante de su portería y todo se reduce a saber cuándo el Real Madrid marcará en alguna de las ocasiones que por mera inercia produce. Al final, aunque no siempre, la victoria cae en el saco del equipo que más propone en ataque.

Esta vez no fue así por lo que respecta a la primera cuestión. El Olympique de Marsella salió dispuesto a jugar de tú a tú al Real Madrid. Viendo el resultado final, muchos dirán que fue una temeridad, pero lo cierto es que puso en aprietos a su rival durante parte del encuentro y al menos dio la sensación de equipo que gusta de jugar al fútbol. Claudicó, sí, pero sólo cuando tuvo la certeza de que quien tenía enfrente realmente era superior.

El Real Madrid reaccionó con prontitud al gol de Drogba, que se llevó un rechace y batió por bajo a Casillas. Hasta ese momento el encuentro había sido un intercambio de golpes, pero a partir de entonces, y hasta el final de la primera parte, lo que se vio fue una exhibición ofensiva del conjunto español. Zidane, que realizó un partido sublime, fue quien dirigió la ofensiva. Junto a él brillaron los laterales Salgado y Roberto Carlos, muy incisivos por sus bandas. Precisamente intervinieron en los dos goles: Roberto Carlos empató el partido enganchando una volea imposible que se coló por la escuadra y Salgado se coló hasta la línea de fondo en el segundo para dar el pase de la muerte a Ronaldo.

Partido sentenciado

En la segunda parte todo siguió igual. Bueno, no todo. Perrin decidió que ya estaba bien de 'admirar' las virguerías de Zidane y le puso un perro de presa, Meité. No fue suficiente porque el astro francés le dio el tercer gol a Ronaldo tras recorrer 35 metros con la pelota y esquivar a dos rivales. Apenas cuatro minutos después Roberto Carlos provocó un penalti que Figo se encargó de transformar por dos veces. Con el 4-1 el equipo de Queiroz se relajó y se recreó en su juego. Las oportunidades dejaron de llegar con la misma rapidez, aunque continuamente se veían detallitos de esos que para muchos valen el precio de una entrada. La relajación dio algo de vida al OM, que gozó de algunas ocasiones y acortó distancias con un tanto de Van Buyten en un saque de esquina, la eterna asignatura pendiente del equipo madrileño.

Al final, tres puntos para el Real Madrid que inicia con fuerza su nueva andadura europea. Beckham jugó a un buen nivel en su estreno en Liga de Campeones con su nueva camiseta y Raúl no pudo acercarse a Di Stefano como máximo goleador de la competición (se encuentra a seis goles). Lo peor fueron las lesiones de Cambiasso y Solari, que abren las puertas de la titularidad a Guti o Borja y acentúan la cortedad de la plantilla.

elmundo.es